jueves, 6 de diciembre de 2018
INMACULADA 2018: ROCÍO
Con motivo de la festividad de la Inmaculada Concepción, la Hermandad del Beso de Judas celebra desde hoy, jueves, y hasta el sábado el besamanos a María Santísima del Rocío, que se presenta a los devotos rodeada de diferentes imágenes que representan a los doce apóstoles (Matías había sustituido a Judas Iscariote), conformando así la estampa de Pentecostés, origen de la advocación rociera, cuando la Virgen asistió junto a los discípulos a la venida del Espíritu Santo, representado en la enorme paloma situada en el dosel rojo con crestería de madera dorada que oculta el camarín de la dolorosa.
Las imágenes que representan a los apóstoles son los propios de la Hermandad del Beso de Judas, que acompañan cada Lunes Santo al Señor de la Redención en su paso, así como otros cedidos por las hermandades de Bellavista y Pino Montano, el acusador del misterio del Carmen Doloroso y dos tallas de la Hermandad del Cautivo de Mairena del Alcor.
Todos ellos se sitúan detrás de la Virgen del Rocío en el presbiterio alto de la Iglesia de Santiago. La dolorosa, elevada sobre una peana de madera dorada y con decoración pictórica simulando mármol con la inscripción "Sine labe concepta", viste manto de camarín de terciopelo rojo bordado en oro, la saya de tisú bordada en oro y sedas estrenada en 2016, y un tocado blanco con decoración dorada. Luce una de las dos coronas de salida que posee la imagen y tiene una medalla de la Virgen del Rocío de Almonte y una cruz en el pecherín. La Virgen ofrece a los devotos la mano derecha, en la que lleva una pulsera, mientras que con la izquierda sujeta un rosario y una pequeña medalla.
Flanquean a la imagen dos candelabros plateados con velas blancas colocados sobre sendas columnas de madera dorada con fuste salomónico y capitel corintio. Detrás, el dosel está iluminado por diversos candeleros con cera también blanca y vemos igualmente dos de las antiguas jarras del paso de misterio del Beso de Judas. Las otras dos están delante de todo el conjunto entre blandones dorados. Las flores que aparecen en esas jarras y en otros puntos del altar son rosas y azucenas, todo ello de color blanco.
El altar del besamanos se completa con la presencia de cuatro lámparas de araña de cristal colgando del techo y el estandarte corporativo en el lado izquierdo del presbiterio.
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