MARÍA SANTÍSIMA DE LA CANDELARIA, EN BESAMANOS SOBRE UNA NUEVA PEANA

La Hermandad de la Candelaria ha iniciado este viernes, y se prolongará durante todo el fin de semana, el besamanos a su dolorosa titular tras el triduo celebrado días atrás con motivo de su festividad, establecida en el 2 de febrero. Para este besamanos, la Virgen de la Candelaria estrena una nueva peana en plata de ley realizada por Orfebrería Ramos siguiendo el estilo general de los enseres de esta cofradía del Martes Santo.
La imagen que tallara Manuel Galiano, retocada años después por Dubé de Luque, viste como si fuera a salir a las calles en su estación de penitencia, con el manto procesional de terciopelo azul verdoso bordado en plata, saya blanca de tisú bordada en oro y la corona de salida. Luce además un fajín militar de color rojo con un entorchado y borlones dorados.
La Virgen de la Candelaria ofrece a los devotos su mano derecha y sujeta con la izquierda dos rosarios. Además, en el pecherín tiene un puñal, un gran broche central, un alfiler con su advocación, otro con el escudo del Ayuntamiento y una pequeña medalla de la hermandad.
La dolorosa se encuentra sobre un amplio entarimado forrado en color rojo que tiene en su parte delantera cuatro grandes blandones de plata con cirios blancos. En el lado derecho, además, vemos la cruz parroquial. Delante del entarimado y flanqueando a la Virgen vemos diversos centros florales con una variedad formada por claveles, rosas, lilium, antirrhinum y anthurium, entre otras especies.
Detrás de la dolorosa se alza el altar de los cultos de este año, que oculta el retablo mayor de la Iglesia de San Nicolás ante un cortinaje de damasco rojo. El altar se compone del dosel de la propia hermandad, presidido durante el besamanos por la bandera concepcionista de la corporación, junto al que vemos los candelabros de cola del paso de palio.
Asimismo, el altar se distribuye en diferentes alturas marcadas por los respiraderos también del palio, del que igualmente vemos un buen número de candeleros separados en el centro por un sagrario. Un frontal de plata constituye la base de este altar, que se completa con más centros florales como los anteriormente descritos.