lunes, 15 de julio de 2024

EL CARMEN DE SAN LEANDRO AVANZA EN SU NUEVO PASO Y ESTRENA DOS ÁNGELES


La Virgen del Carmen de la Parroquia de San Leandro salió este sábado por las calles de su barrio, en una procesión que presentó algunos estrenos con los que se evidencia el progresivo avance de la corporación para dotar a su titular de un paso a la altura de la devoción que despierta la advocación carmelita en la que en tiempos fue la Huerta del Carmen.
La procesión, eso sí, comenzó con un cierto retraso, dado que estaba anunciado su inicio para las ocho menos diez de la tarde, pero hasta seis minutos después no se abrieron las puertas de la parroquia y hasta las 19,59 no se abrió la reja del atrio para permitir la salida del cortejo a la plaza de San Gabriel.
La cruz alzada entre ciriales iba delante de varios hermanos con cirios blancos que daban paso a las representaciones de diferentes corporaciones, como el Grupo de Fieles de San Benito Abad, la Agrupación Parroquial de San Jerónimo y las hermandades de la Anunciación de Juan XXIII, la Virgen de la Sierra, el Inmaculado Corazón de María de Torreblanca, San José Obrero, el Rosario de San Julián y el Carmen de San Gil. A continuación, iban el libro de reglas, el propio estandarte corporativo del Carmen de San Leandro, la presidencia y el cuerpo de acólitos con cuatro ciriales.








Desde el presbiterio de la parroquia, el paso, a las órdenes del capataz Pedro Velázquez, se dirigió a la puerta. La Virgen del Carmen no llevaba puesta la corona. Una hermana la sostenía esperando a que se produjeran la salida y la primera parada para que le pudiera ser colocada.
Cuando salió se pudieron ver en la calle los estrenos de este año. Por un lado, era novedad el dorado de los mecheros de tres guardabrisas cada uno colocados sobre la peana de carrete, obra, como el conjunto de la peana y los candelabros, de Rubén Luna Perea según diseño de Mario Ramos Rodríguez. El dorado ha correspondido a Abel Velarde, quien el año pasado doró la peana. Y el otro estreno fue el de los dos ángeles del siglo XX colocados en la propia peana, adquiridos en un anticuario y restaurados por Manuel Espejo Mármol y Manuel Ángel Sánchez Jiménez.
La Banda de Música de la Cruz Roja, que esperaba a un lado de la puerta en la plaza de San Gabriel, tocó el Himno de España en el momento de la salida, y luego se produjo la parada del paso en mitad del atrio para la colocación de la corona de la Virgen.








Ya con la corona sobre la cabeza de la Virgen del Carmen, el capataz tocó el llamador y el paso salió a la plaza mientras la banda interpretaba la marcha "Tú eres el orgullo de nuestro pueblo". Con ella, la Virgen giró a su derecha en dirección a la calle Cereza, donde se detuvo entre algunos vivas de los hermanos que caminaban delante del paso.
Hay que señalar que el completo exorno floral del paso se componía de rosas, calas, orquídeas, alhelíes, lisiantus, nardos, astromelias, delphinium, hypericum, clavellinas y miroclaudio, todo ello en diversas tonalidades. Los nardos, por cierto, procedían de las donaciones ofrecidas por los devotos a lo largo del día anterior.
Por Cereza siguió avanzando la Virgen en este inicio de su recorrido sonando la marcha "La Madre de Dios", tras la que el paso se paró ante un edificio de viviendas perfectamente decorado para la ocasión con balconeras y banderolas.





















Alcanzó entonces la Virgen del Carmen la calle Avellana, a la que salió a los sones de "Coronación". Y, como es habitual desde hace unos años, aunque el cortejo giró a su izquierda, el paso lo hizo a la derecha para recorrer al completo esta calle que no tiene salida para el paso ni para el tráfico a la avenida del Doctor Leal Castaño.
Por ello, para recorrerla entera debe llegar a un extremo y darse luego la vuelta para seguir en dirección contraria. Así lo hizo también esta vez y, en la primera parada que se produjo en esta calle, una niña y una mujer en silla de ruedas realizaron sendas ofrendas florales a la Virgen que fueron colocadas sobre la mesa del paso.
Pedro Velázquez dedicó la siguiente levantá a Carmelita, "una de las hermanas más antiguas de la hermandad y que hoy está disfrutando de la Virgen del Carmen desde el balcón del cielo que está en la plaza de San Gabriel". Siguió entonces la Virgen a tambor hasta que nuevamente se paró, momento en que los miembros de la Banda de la Cruz Roja se recolocaron para dejar hueco al paso, que iba a desandar parte de lo andado.




















A continuación, el paso se levantó y siguió hasta el final de la calle Avellana mientras sonaba la marcha "Macarena", con la que comenzó a hacer un giro de ciento ochenta grados para empezar a recorrer entera esta vía reuniéndose de nuevo con el cortejo que lo precedía.
Cuando la partitura de Abel Moreno se completó, el paso se paró y luego hubo una chicotá a tambor seguida de otra con la marcha "María del Rocío" y otra más sólo con el redoble de los tambores.



























La siguiente chicotá fue la que condujo a la Virgen del Carmen desde la calle Avellana a la llamada Manzana, donde los últimos rayos de sol de la tarde la iluminaron con fuerza. Los nombres de las calles del barrio aluden a esas antiguas huertas que había donde hoy se alzan bloques de pisos. 
Este giro lo hizo el paso mientras la Banda de la Cruz Roja interpretaba la marcha "Rocío", a la que después siguió "Aniversario en San Leandro", tras la que se detuvo antes de cruzar la avenida hacia el Hospital Virgen Macarena.



























A tambor cruzó la Virgen del Carmen desde la calle Manzana hasta el acceso al hospital. Cuando lo alcanzó, el paso se paró pasada la cabina del control, momento en que se aprovechó para comenzar a encender la candelería.
Seguidamente, la Virgen se dirigió a la puerta principal del hospital, donde la esperaban varios profesionales sanitarios, que hicieron una ofrenda floral, así como algunos familiares de pacientes ingresados e incluso algunos de éstos, que no quisieron perderse este momento.
Con "Encarnación Coronada" y luego algo de tambor llegó la Virgen del Carmen hasta la misma puerta, donde después se rezó el Padre Nuestro, el Ave María y el Gloria, y se cantó la Salve. 



























Tras un "¡Viva la Virgen del Carmen!", el capataz dedicó la levantá a los enfermos y a los sanitarios que los cuidan. Entonces la banda empezó a tocar "Pasa la Virgen Macarena", marcha con la que el paso comenzó a alejarse de la puerta del hospital para acercarse nuevamente antes de darse la vuelta para marcharse con "Pasan los campanilleros".
Las representaciones de hermandades se despidieron de la Virgen del Carmen de San Leandro a lo largo del pasillo situado delante del edificio de las consultas externas. Ante ellas pasó la Virgen a tambor y luego salió del recinto hospitalario a la avenida de San Juan de Ribera con la marcha "Virgen de los Reyes".












Regresó luego Nuestra Señora del Carmen al otro lado de la avenida, a las calles más cercanas a su parroquia, destacando como siempre su discurrir por Fray Luis de Granada, donde las petaladas y los fuegos artificiales volvieron a ensalzar a la Virgen, que acabó entrando en su templo pasados algunos minutos de la una de la madrugada.

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