Siguiendo el modelo que parece haberse institucionalizado, la Hermandad del Baratillo ha celebrado un besamanos extraordinario en la Parroquia del Sagrario como uno de los cultos previos a la Coronación Canónica que tendrá lugar el próximo sábado en la Catedral.
Así, después del traslado del sábado (ver) y durante las jornadas del domingo y el lunes, la Piedad se presentó a los devotos en el presbiterio del Sagrario, ante el impresionante retablo mayor recientemente restaurado y sobre la peana procesional de la Virgen de la Caridad.
La Virgen de la Piedad contaba con el manto de terciopelo azul bordado en oro en el taller de Fernández y Enríquez en 1998 y con la saya de terciopelo color cardenal de José Antonio Grande de León (2020). Tenía también la diadema de plata sobredorada de Manuel Román Seco de 1956 y, entre otras joyas, la Medalla de la Ciudad en el pecherín. Por otro lado, junto a la mano derecha del Cristo de la Misericordia veíamos una corona de espinas.
Flanqueaban a la Piedad dos altos blandones de madera dorada con cera blanca y dos gruesas columnas de fuste acanalado con diversas especies florales de color rojo que también veíamos en otros puntos del montaje de este besamanos extraordinario junto a otra pareja de blandones. Finalmente, el estandarte corporativo se encontraba detrás en el lado izquierdo del presbiterio.
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