miércoles, 17 de septiembre de 2025

BESAMANOS EXTRAORDINARIO A LA VIRGEN DE LA LUZ GLORIOSA DE LA CARRETERÍA


La Hermandad de la Carretería está celebrando el CDLXXV aniversario de sus orígenes fundacionales, que se basan en la milagrosa aparición de una pequeña imagen de la Virgen en una alcantarilla misteriosamente iluminada cercana al Guadalquivir y al arroyo Tagarete. Esa Virgen, encontrada por un tonelero de nombre Pedro Luis, recibió precisamente por las circunstancias de su hallazgo la advocación de Luz.
Pues bien, esa misma imagen, seguramente muy reformada con el paso de los siglos, es la que dio origen a la hermandad y que aún hoy recibe culto en la Capilla de las Tres Necesidades. Por este motivo, además, la dolorosa que va en el paso de misterio del Santísimo Cristo de la Salud se llama también Virgen de la Luz.
Dentro de los actos conmemorativos de estos 475 años del hallazgo, la imagen gloriosa de la Virgen de la Luz estuvo expuesta en besamanos extraordinario el pasado domingo, donde fue situada sobre una tarima a los pies del retablo mayor de la capilla, ante el Cristo de la Salud, la dolorosa de la Luz y San Juan Evangelista.
La Virgen de la Luz se encontraba sobre una peana de madera dorada cedida por la Hermandad de la Pura y Limpia. Vestía un manto anaranjado de brocado y una saya blanca de tisú con bordados en oro, al igual que la túnica del Niño Jesús. La imagen contaba con corona, ráfaga y media luna de plata, y entre las joyas que llevaba destacaban diversos corales, una cruz pectoral y la medalla de la Virgen de los Reyes. Con la mano izquierda sostenía un rosario de cuentas blancas y era la derecha la que ofrecía a los devotos. El Niño, por su parte, tenía una cruz también de coral y una pequeña bola del mundo de plata.
Junto a la Virgen se dispusieron seis pies de base cuadrada de madera dorada y policromada. En cuatro de ellas había sendas jarras del paso de palio de la Virgen del Mayor Dolor en su Soledad con claveles blancos salpicados de diversas flores de color rojo, especies que también estaban sobre los otros dos pies, pero sin jarras, y en jarritas situadas detrás, donde se alzaban numerosos candeleros con cera blanca.
Por otro lado, entre los pies ya referidos se ubicaron los cuatro ángeles mancebos de las esquinas del paso de misterio de las Tres Necesidades, pero en lugar de los enseres de la Pasión del Señor que suelen llevar en sus manos, tenían filacterias de color blanco con frases de la oración Anima Christi. Finalmente, el estandarte corporativo estaba en el lado izquierdo del conjunto.



























Por otra parte, junto al retablo de Nuestra Señora del Mayor Dolor en su Soledad se podía ver la pintura conmemorativa del CDLXXV aniversario de la aparición de la Virgen de la Luz; una obra realizada por Raúl Jiménez que traslada al espectador a la Sevilla de mediados del siglo XVI.

No hay comentarios:

Publicar un comentario