Por ello, ese grupo de hermanos que optaron incluso por recurrir ante Roma algo tan ridículo (¿a qué grupúsculo de hermanos de otra cofradía del Jueves Santo me recordará esa actitud?) han peleado hasta conseguir, previa recogida de firmas, que la Junta de Gobierno incluya como punto del orden del día del cabildo de cuentas "restituir el orden de la cofradía en la estación de penitencia del Jueves Santo a la S. I. C. al cuarto lugar, como hemos venido haciendo hasta el año 2010".
Y ello sin que haya habido ocasión de demostrar si el nuevo orden propuesto beneficia o no a la hermandad. Para este grupo de hermanos, que ya se cuidarán de llenar el cabildo de votos positivos a su propuesta, lo verdaderamente importante de su estación de penitencia es ir en cuarto lugar, y no en segundo, que es mucho peor y de inferior categoría, dónde va a parar. ¿Que el cambio podría, quizá, beneficiar también a otras hermandades de la jornada? ¿Qué más da? Ande yo caliente...
Pues eso. El inmovilismo y la cerrazón. Será muy triste si el cabildo general de cuentas de Monte-Sión de este año cuenta con una asistencia superior a la habitual en años anteriores. De ser así, habrá que plantearse qué es lo que verdaderamente mueve a muchas personas a ser cofrades, vestir una túnica y realizar su estación de penitencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario