De momento, las fechas clave dentro del carácter mariano de esta cofradía siguen estando en septiembre. El sábado, una semana después de la celebración de su besamanos, la Virgen de los Dolores recorrió las calles de la feligresía.
Los principales estrenos del palio estaban en la peana, de Orfebrería Andaluza, y el repostero del techo, de Federico Carrasco y Daniel Manzano. Además, la dolorosa presentaba nuevos el fajín, el pañuelo y un broche con la imagen de la Virgen de los Reyes.
En su salida procesional, la Virgen estuvo acompañada musicalmente por la Banda Virgen del Castillo, de Lebrija, que interpretó un variado repertorio que incluyó marchas como "Esperanza Macarena", "Triana de Esperanza", "Madre Hiniesta", "Rosario de Monte-Sión", "Aires de Triana", "Virgen de las Aguas" o "La Madrugá"; marcha esta última que sirvió al paso de palio para recorrer casi por completo la calle Padre Isla.
El barrio se volcó adornando algunas de las calles por las que pasó la procesión, como fue el caso de Conde del Águila, donde la lluvia de pétalos fue algo continuo prácticamente desde cada balcón. Precisamente fue en esta zona donde se despidieron las hermandades que habían acompañado a la cofradía de San José Obrero desde su salida, y que fueron las del Polígono de San Pablo, La Trinidad y el Resucitado de La Rinconada. Además, participaron como escolta del paso de palio varios hermanos de Los Gitanos.
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