Una auténtica bulla cofradiera rodeó durante todo su itinerario a la Virgen de Todos los Santos en su salida procesional del pasado domingo. Es sin lugar a dudas una de las hermandades de gloria que más gente atrae cada año y eso se notó, y mucho, a lo largo de un recorrido que contó además con algunas calles quizá demasiado estrechas para absorber a la gran cantidad de público que no quiso perderse una de las últimas citas cofradieras del año.
La salida del cortejo, en el que figuraban las representaciones de las dos hermandades de penitencia de la parroquia, Los Javieres y el Carmen Doloroso, tuvo lugar a las siete de la tarde. La Banda de Música del Maestro Tejera interpretó tras el himno "Reina de Todos los Santos", marcha dedicada a esta bellísima imagen mariana que apareció vestida con el manto de raso celeste bordado en oro diseñado por Juan Pérez Calvo en 1947.
La primera gran bulla se produjo en la 'revirá' de Peris Mencheta a Palacios Malaver. Allí el capataz, Antonio Santiago, a instancias del director de la Banda de Tejera, José Manuel Tristán, dedicó una 'levantá' al periodista Víctor García-Rayo, quien recientemente ha superado un problema de salud.
A partir de ahí la procesión siguió por Cruz Verde, González Cuadrado, Divina Pastora, Plaza del Cronista, Virgen del Carmen Dolorosa, San Basilio, Relator, Pasaje de González Quijano, Peris Mencheta y Feria.
El acompañamiento musical fue, como no podía ser de otra manera tratándose de Tejera, brillante en la interpretación, aunque se incluyeron algunas marchas con un carácter excesivamente fúnebre que quizá no sean las más apropiadas para una procesión de gloria, como es el caso de "Mater Mea", "María Santísima del Subterráneo" o "La Esperanza de Triana". En cualquier caso, también sonaron "Glorias de Sevilla", "Virgen de la Estrella", "Coronación de la Macarena", "Sevilla Cofradiera", "Esperanza Macarena", "Pasa la Virgen Macarena", "Madre Hiniesta" y "Rocío", entre otras.
Con estricta puntualidad, y tras la interpretación nuevamente de "Reina de Todos los Santos", la Virgen gloriosa de la calle Feria entró de nuevo en Omnium Sanctorum a las diez y media de la noche. Finalizaba así una salida procesional con sabor clásico y romántico en uno de los barrios sevillanos con más personalidad.
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