lunes, 23 de abril de 2012

DOMINGO DE RESURRECCIÓN 2012: POR LOS ANCIANOS DE SEVILLA

A las cinco menos cuarto de la madrugada se abrieron las puertas de la iglesia de Santa Marina. La Hermandad de la Resurrección recuperaba así la hora oficial de salida de hace algunos años que posteriormente fue adelantada en quince minutos. Depende de la cofradía si quieren seguir en este horario o buscar un lugar algo más cómodo, pero siempre, y eso por fin les ha quedado claro, dentro del Domingo de Resurrección.
Lo cierto es que el horario actual no deja de tener cierta belleza. El amanecer junto al Señor Resucitado y la Virgen de la Aurora está dotado de un enorme simbolismo que invita a la reflexión y supone todo un aldabonazo a la fe.
El año pasado la pésima Semana Santa que sufrimos en lo meteorológico llevó a muchísimos cofrades a seguir a la Resurrección prácticamente desde la salida. También este año se ha visto a una grandísima cantidad de gente junto a la hermandad desde bien temprano.
La Carrera Oficial es uno de los puntos de interés para verla por muchos cofrades, quizá porque es la única que se puede contemplar por ella sin tener silla. El paso del Señor, en cuyo exorno floral destacaban las rosas rojas combinadas con otras flores de tonos malvas, ha sido el único este año que ha contado con el acompañamiento musical de la Agrupación Virgen de los Reyes (a excepción de Torreblanca y debido a la lluvia del Domingo de Ramos que dejó a Jesús Despojado en su capilla). Una pena, sin duda.









En cuanto al paso de palio de la Virgen de la Aurora, al que uno ya se ha acostumbrado a ver con techo, faldones y manto de color azul, iba adornado con rosas de color rosa y presentaba restaurada la orfebrería por sus autores, los hermanos Delgado.









En la Catedral, donde se pudo ver a Carlos Herrera junto al compositor Manuel Marvizón y al bordador y ex hermano mayor del Cerro, Francisco Carrera, la gente siguió los pasos por la que ha sido una de las novedades de este año: el recorrido por la nave situada entre la de la Puerta de San Miguel y la nave central, para pasar por delante del Monumento a Colón y el Cristo de la Clemencia, pero por la parte más cercana al coro y al altar mayor del templo.
El arzobispo, Juan José Asenjo, recibió a cada uno de los pasos en su entrada y el capataz, Antonio Santiago, repitió la dedicatoria de la levantá que ya hiciera en 2011 en este mismo lugar: “Está aquí el señor arzobispo; por las vocaciones sacerdotales”. Y de nuevo Asenjo, junto al delegado diocesano de Hermandades y Cofradías, Manuel Soria, se mostró complacido con el gesto de Santiago.

















La Cuesta del Bacalao estaba bastante más llena que el año anterior. El paso del Resucitado llegó hasta ella con “Al compás de la Laguna”.





Pero el momento de mayor emoción, uno de los que justifican la existencia misma de esta forma de vivir la Semana Santa, esa religiosidad popular tan imprescindible, pese a lo que diga algún párroco del otro lado del río, se vivió con la llegada del paso de palio.




Poco antes de alcanzar el cruce con Placentines, Antonio Santiago mandó la derecha ‘alante’ y la izquierda atrás. Todas las miradas buscaban en los balcones algo que justificase un movimiento tan poco habitual de un paso en esta calle. El paso no sólo se giró ligeramente, sino que se detuvo. Sobre la farmacia un balcón estaba absolutamente abierto y en él, tumbada en una cama, una anciana miraba a la Virgen de la Aurora y la Virgen de la Aurora la miraba a ella. Una mujer más joven estaba junto a la anciana. Se adivinaban sus lágrimas. Las mismas que derramaban desde la calle dos hombres que agradecieron al capataz lo que había hecho por, probablemente, su madre. Tras varios minutos, Antonio Santiago dedica de nuevo otra levantá: “Por los ancianos de Sevilla”. Y el paso se aleja buscando la calle Francos. Éstas son las cosas que hacen grande a la Semana Santa, las que le dan sentido.




Posteriormente, la hermandad estrenaría un leve cambio de itinerario. Entre la Alfalfa y Sales y Ferré imitó al Cristo de Burgos y sustituyó Odreros por San Juan para llegar a Boteros. Hay quien atribuye este cambio al discutible aspecto de la Plaza de la Alfalfa tras aquel proyecto municipal, “La piel sensible”, que tan poca sensibilidad mostró con el histórico urbanismo del centro de Sevilla.



A esa hora, la cola de fieles interesados en besar los pies del Cachorro era impresionante. Hasta una hora y media comentaba una mujer que estuvo esperando para poder entrar en la nueva basílica, la cuarta, de Sevilla. Y en la misma calle Castilla, el Nazareno de la O se encontraba en besamanos. También allí eran muchas las personas que querían pasar por delante del presbiterio, donde fue situada la imagen, que llevaba, al igual que el Viernes Santo, potencias y corona de espinas.




La Virgen de la O estaba en su paso de palio con una de las dos coronas de salida (una de 1936 y otra de 1975) que solía alternar en la estación de penitencia antes de la Coronación Canónica de 2007, desde la que porta siempre la realizada en oro por Orfebrería Triana.



La Semana Santa de 2012, con permiso de San Gonzalo y su traslado, había acabado. Pero el Domingo de Resurrección es el enlace entre el periodo penitencial y el de las glorias; y ese enlace tiene una imagen característica que constituye el puente entre lo que ya ha pasado y lo que está por venir. La Virgen de la Alegría estaba de besamanos en plena judería; en una iglesia que ya no sabe de cofradías de penitencia, pese a haber sido sede de unas cuantas, como es la Parroquia de San Bartolomé. La tranquilidad, la quietud, era la nota dominante tanto fuera como en el interior del templo. En su capilla esperaba su momento pacientemente la Virgen, con manto rojo, llevando a su Hijo, ése que acababa de resucitar, en sus brazos.








Será de las primeras en salir a la calle el próximo mes de mayo, dentro de nada, cuando el fervor cofradiero empezará a escribir una nueva página de su historia. Y esta página, este blog, intentará estar ahí para contarlo.

1 comentario:

  1. Impresionante reportaje Fernando, aunque no pude salir con el Cachorro por la lluvia, si que pude besar sus pies el Domingo de Resurrección. Muchas gracias amigo por este deleite, y enhorabuena. Un fuerte abrazo desde el blog de la Tertulia Cofrade Cruz Arbórea.
    http://tertuliacofradecruzarborea.blogspot.com/

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