La Comunidad de Hermanas Pobres Clarisas Capuchinas del Convento de Santa Rosalía celebró la festividad de la Asunciación de la Virgen María con el tradicional triduo y posterior besamanos del día 15 a la imagen de la Santísima Virgen Asunta, que fue ubicada a los pies del templo para recibir las muestras de afecto de sus no pocos devotos.
Durante todo el día, la Virgen dormida de Santa Rosalía permaneció a la contemplación de los fieles en su cama, perfectamente adornada por flores de diferentes especies, simbolizando así su tránsito a los Cielos.
Finalizado el besamanos, minutos más tarde de las ocho y media comenzó el traslado de la Virgen Asunta hasta la clausura del convento. La Virgen fue llevada por un grupo de mujeres hasta el presbiterio del templo de Santa Rosalía. Allí fue depositada en el suelo para que las devotas pudieran despedirse antes de que tomaran el relevo las religiosas, quienes introdujeron a la Virgen en las dependencias del convento, donde permanecerá hasta los cultos de agosto del próximo año.
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