Hasta mañana, domingo, se puede visitar en el Círculo Mercantil e Industrial la cuarta exposición dedicada a las hermandades de gloria, titulada "Glorias de Sevilla. El legado de la devoción", una gran oportunidad para conocer más de cerca el riquísimo patrimonio de estas corporaciones que, tras haber sido las cofradías más importantes de la ciudad y eclipsadas después por el gran auge de la Semana Santa durante todo el siglo XX, viven de nuevo un momento dulce de gran esplendor.
La exposición se divide principalmente en dos aspectos: los enseres donados a cada una de estas hermandades por devotos y hermanos; y los estrenos que han presentado este año en las calles, tanto obras nuevas como restauraciones. Eso en lo que respecta a los dos salones expositivos del Mercantil. Pero además, el patio que los separa a ambos también concita el interés de todos sus visitantes. Por mantener el orden, en primer lugar hay que mencionar el propio cartel anunciador de la muestra, obra de Antonio Daniel Comas Pérez, presidido desde la parte izquierda por un niño con la medalla de la Hermandad de los Humeros y tras él uno de los faroles de la Hermandad de los Sastres. Junto a él, sobre un fondo de damasco burdeos, aparecen el escudo de los Humeros, la Divina Pastora en la antigua pintura de Miguel Alonso de Tovar, la Virgen del Amparo y el retablo cerámico de Santa Lucía que hoy en día permanece oculto en la fachada de la iglesia de Santa Catalina. En la parte inferior se encuentra la Inmaculada Concepción de la Plaza del Triunfo sobre la ciudad, mientras que a la izquierda vemos la Capilla del Rosario de los Humeros.
Junto a la pintura se puede contemplar el paso completamente montado de la Hermandad de las Nieves, que este año por la lluvia no ha podido realizar su salida procesional. Es un paso realizado prácticamente en su totalidad a base de orfebrería, obra de Fernando Cruz y Manuel Domínguez a partir de 1949. Destacan, junto a la ráfaga, los candelabros de cinco luces y la candelería situada ante la Virgen, los anchísimos respiraderos que incluyen reproducciones de las pinturas de Murillo que existían en Santa María la Blanca hasta que fueron robados por las tropas francesas en 1810 y que hoy están repartidos por museos de diferentes países.
De finales del siglo XIX y principios del XX es el batón de cristianar y sillón del Niño Jesús de la Hermandad de la Salud de San Isidoro. Representa una escena íntima de la hermandad, cuando entre el 16 y el 24 de diciembre el Niño permanece en la casa hermandad, donde se realiza una novena. El día 24 vuelve a la parroquia y es entronizado en el altar mayor.
La Hermandad de la Alegría presentó importantes enseres en esta exposición, como el Simpecado (siglo XVIII) realizado en terciopelo rojo bordado en oro; las dalmáticas, de terciopelo rojo y damasco blanco; y los faroles, de 2004, que reproducen exactamente los faroles antiguos.
También de la Hermandad de la Alegría se expuso el manto de terciopelo rosa bordado en plata por Antonia Bajuelos en 1827. Como curisodad, hay que destacar que los bordados tuvieron un coste de 2.760 reales y que en un principio pertenecieron a un manto de raso granate forrado de tafetán blanco regalado por el hermano Manuel Pizarro, mientras que el hermano mayor Joaquín Llorente costeó el bordado con una blonda más ancha que la actual.
Precisamente, Joaquín Llorente aparece en un cuadro de 1828 en el que también se ve a la Virgen de la Alegría con el manto costeado por el hermano mayor. Falleció poco después de la donación.
Y otro lienzo de la misma hermandad, éste del siglo XIX, es el que representa la intercesión de la Virgen de la Alegría, que asiste a un caballero que se cayó desde los caños de Carmona el 12 de diciembre de 1822.
Una curiosidad más destacada de esta exposición ha sido la presencia del armario donde la Hermandad del Carmen de San Gil guarda el ajuar del Niño Jesús. Fue realizado en 2009 en madera tallada, grabada, policromada y dorada por el sacerdote Alberto Jiménez y Jiménez. Entre la iconografía que presenta no faltan el Señor de la Sentencia y la Esperanza Macarena.
Por último, este primer salón se completaba con el proyecto del nuevo retablo de la Pastora de Triana, diseñado por los Hermanos Caballero y que está siendo posible gracias a la donación de los devotos. Incluye retablo en madera y banco de azulejos.
Pasamos al segundo salón, donde se encuentran los estrenos y restauraciones de este 2012, que poco a poco, a lo largo del calendario de las Glorias, estamos contemplando por las calles. Comenzamos por la Hermandad de la Virgen de la Sierra, que ha estrenado la Bandera Corporativa, realizada por Juan Manuel Sánchez Quiñones en sedas de colores.
Orfebrería Andaluza ha realizado este año para la Hermandad de la Divina Pastora de Santa Marina un relicario en metal dorado y plata para albergar unas reliquias de San Francisco de Asís. En su confección se han aprovechado algunas antiguas piezas de orfebrería donadas por una devota.
De la misma hermandad llamó la atención en la procesión del pasado mes de septiembre el nuevo manto de estilo modernista realizado por José Librero Fernández en otomán crudo con aplicaciones de seda natural y cordoncillo.
Y también este año la primitiva Pastora ha estrenado unos puños de encaje donados por Álvaro Martín González y confeccionados por María del Carmen Pernia Romero; y el fajín y la gran cruz de los Reales Tercios, que tienen como patrona a la Divina Pastora desde 1823.
La familia Cantudo Cazalilla ha donado a la Hermandad de la Cabeza un ramillete de rosas de plata en su color y sobredorada, realizada por Pasión Cofrade. Se ha colocado en la delantera del paso en la salida del pasado mes de octubre.
Otro estreno de este año ha sido el relicario de Santa Ángela de la Cruz y Madre María de la Purísima que se ha podido ver en la delantera del paso de la Virgen del Juncal. Ha sido realizado en metal plateado y cincelado por José Manuel Bernet Cabeza.
La Hermandad del Pilar estrenó en su reciente procesión la restauración de los dos ángeles de autor anónimo del siglo XVII que flanquean a la Virgen en su paso. El taller GRS, del que forman parte Antonio Gamero Osuna y Agustín Martín de Soto, ha sido el encargado de la restauración.
Volvemos a la Hermandad del Juncal, que ha estrenado el estandarte del Grupo Joven, diseñado y ejecutado por Javier Roán con bordados sobre terciopelo azul y pintura sobre lienzo.
También se expuso el cuadro que ha servido de cartel conmemorativo del 75 aniversario de la Virgen del Rosario de San Julián y que ya se describió en este blog (pinchar aquí). Es un óleo sobre lienzo pintado por Luis Fernando Ramírez Mata, discípulo de Dubé de Luque.
La Hermandad de la Virgen de Montemayor ha estrenado este año un peana de nubes realizada en plata en su color y sobredorada con ángeles y cartela policromada con el escudo de la hermandad, obra de Orfebrería Villarreal.
Y de nuevo hablamos de la Hermandad del Juncal, que también estrenó en su salida del pasado 8 de septiembre el Estandarte Sacramental. Para su elaboración, a cargo de José Antonio González y Javier Rodríguez, se han utilizado bordados en oro del siglo XVIII y apliques de orfebrería sobre terciopelo burdeos.
Entre los años 1782 y 1786 José Guzmán realizó la ráfaga de plata en su color y sobredorada de Nuestra Señora de la Esperanza Divina Enfermera, donada por María de las Mercedes Rodríguez de Rivera, camarera de la Virgen. La pieza ha recuperado todo su esplendor.
La Hermandad de los Sastres ha presentado este año dos estrenos en lo que se refiere al bordado: por un lado, el manto del Niño Jesús, realizado en tafetán encarnado con bordados de aplicación en tisú de oro de Manuel Ojeda Rodríguez.
Y del mismo autor es el medio punto posterior del palio de tumbilla, en damasco blanco con bordados de aplicación en hilo de oro y sedas de colores, que complementa a la pieza delantera estrenada en 2011.
Antonio Santos Campanario ha sido el encargado de confeccionar en metal plateado cincelado y repujado los nuevos candelabros de guardabrisas del paso de la Candelaria Madre de Dios, estrenados el pasado mes de junio.
También fue novedad la corona de la misma Virgen, cuya ejecución ha corrido a cargo de Arte Sacro San Fernando, que la ha realizado en metal dorado cincelado y repujado.
Aunque no sale a las calles, y tal como recogimos en este blog (ver aquí), la Hermandad del Carmen de Calatrava ha estrenado la recuperación de la antiquísima talla de la Virgen de Gracia, imagen de madera tallada y policromada del siglo XV. La restauración de la que es la pieza más antigua de la hermandad carmelita ha sido llevada a cabo por José Carmelo Gómez Quiles y Enrique Calero Rivera.
Mariano Martín Santonja es el autor del nuevo escapulario de la Virgen del Carmen del Puente de Triana, mientras que P. Gómez ha realizado la media luna. El primero ha sido sufragado por suscripción popular y la segunda la donó Eduarda Holguín Alcalde, camarera de honor recientemente fallecida.
La Hermandad de la Anunciación de Juan XXIII estrenó en mayo la nueva túnica del Arcángel Gabriel, que acompaña a la Virgen en su paso. Ha sido confeccionada por José Antonio Grande de León.
Aunque no es un estreno de este año, ya que la colgadura de balcón expuesta es de 2010, obra de Antonio Daniel Comas Pérez en damasco burdeos pintado, cada año se estrenan nuevas colgaduras a lo largo del recorrido de la Virgen del Rosario de los Humeros.
Otro estreno de este año ha sido la restauración, por parte de Grande de León, del estandarte corporativo de la Hermandad de las Nieves. Está realizado en tisú de plata blanco con bordados en oro y sedas. Se realizó en la segunda mitad del siglo XX por las Hermanas Trinitarias en el caso de los bordados, y por José López Camacho y Guillermo Domínguez en la orfebrería.
Otro llamativo estreno de este año ha sido la toca de sobremanto del Carmen de San Gil. Ha sido bordada en oro y sedas sobre tul por Ketty Camacho García. Entre lo detalles que ofrece se encuentran los escudos de la propia Hermandad del Carmen, de la Macarena, la Sacramental de San Gil y el Rocío de la Macarena.
Y al margen de los estrenos de 2012, también se expusieron otros enseres destacados, como una medalla de la Hermandad del Pilar de principios del siglo XX con cinta de raso morada con ribete blanco.
De la misma hermandad se expuso el cartel de cultos de 1939, que anunciaba triduo y función en la Catedral por el décimo noveno centenario de la aparición de la Virgen del Pilar de Zaragoza.
De la Hermandad del Rosario de San Julián se pudo ver la medalla de oro del hermano Antonio Velasco García, de 1998. Se devolvió a la Virgen para que la luzca en determinados cultos.
También de esta hermandad se expuso una vidriera con la imagen de la Virgen del Rosario. La realizó el siglo pasado Pilar Velasco García con cristales de colores unidos con hilos de plomo.
La Divina Pastora de Santa Marina presidió en 1994 el Pregón de las Glorias en la Catedral. Con este motivo, la familia Mejías Esteban donó una pulsera de oro cincelado para la procesión extraordinaria.
De esta hermandad son también las pastas de los pregones de las Glorias de Rafael de Gabriel García (1997) y Francisco Javier Segura Márquez (2009).
El pregonero de las Glorias de 2007, José Antonio Rodríguez Benítez, regaló a la Virgen de las Mercedes de la Puerta Real, elegida aquel año para presidir el pregón, un rosario de plata y perlas de Orfebrería Villarreal.
De 2002 es el Libro de Reglas de la Hermandad de los Humeros, encuadernado en el taller de la calle Amparo con pinturas de Ignacio Cortés y caligrafía de Antonio Martínez Rull.
La Virgen del Rosario de la misma hermandad cuenta con un rosario llamado "de las Medallas", ya que cuenta con diversas medallas donadas por hermanos. Está realizado además con oro y coral. Curiosamente, en 1999 este rosario se dejó olvidado en un taxi y fue devuelto a la hermandad.
Los cirios del paso de esta hermandad y de los ciriales son decorados con dibujos que representan a los arcángeles y a varias mujeres de la Biblia. La iconografía de los cirios, obra de José Ángel Ponce Vázquez, pudo verse en la exposición.
Muy curioso resultó observar una antigua plancha de grabado de la Virgen del Amparo de 1830 y su estampación sobre el papel. El dibujo es de José Suárez y el grabado de Manuel Peleguer. Fue costeado por Manuel de Velasco, intendente de los Reales Ejércitos y hermano mayor en aquel tiempo.
Por último, hay que señalar que se exponía igualmente la partitura original de la Plegaria a Nuestra Señora del Amparo, con música de Joaquín Turina y letra de Enrique Gómez Millán (1920-1923).
Es amplísimo el patrimonio que desde hace siglos atesoran las hermandades de gloria y con exposiciones como ésta se consigue ponerlo en valor y hacer que la gente conozca la importancia histórica, artística y devocional que han logrado alcanzar y que se pone de manifiesto en sus salidas procesionales, así como en los numerosos cultos internos que se celebran en honor de las imágenes letíficas de la ciudad.
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