Cuatro guardabrisones con cera tiniebla, el mismo color de los candeleros que había a ambos lados del pelícano, y cuatro jarras de rosas rojas colocadas en ramos cónicos conformaron el exorno del montaje, además de pequeñas jarras con más rosas rojas en el retablo, y tulipanes blancos a los pies de la dolorosa y de San Juan.
Por otro lado, el pasillo que debían recorrer los devotos para acercarse a besar el pie al Cristo del Amor estaba marcado por diez grandes candeleros, cinco a cada lado.
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