La noche del pasado sábado tuvo lugar el traslado en solitario de la Virgen de la Estrella desde su capilla hasta la Parroquia de Santa Ana para la celebración del quinario que comenzará hoy, martes. El Señor de las Penas no la acompañó por estar subido sobre su paso para participar en el Vía Crucis del Año de la Fe al día siguiente, por lo que su traslado se aplazó en principio hasta ayer. Sin embargo, la lluvia de anoche lo impidió, por lo que será hoy mismo cuando el Hijo de la Estrella se reúna con Ella en el templo de la Señá Santa Ana.
En lo que respecta al sábado, la dolorosa, que accedió a la parroquia por la puerta ojival de la calle Vázquez de Leca, vestía el manto de traslado de Fernández y Enríquez bordado en oro sobre terciopelo azul en 2007, junto con la saya a juego. Las andas iban iluminadas por seis candeleros y exornadas con dos jarras y un friso de claveles blancos.
El coro de la propia hermandad se encargó con sus cánticos del acompañamiento musical hasta que la Virgen de la Estrella fue ubicada en el presbiterio de la 'Catedral' de Triana.
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