El pasado sábado tenía lugar la salida procesional de la Hermandad del Rosario del Barrio León, cuya imagen titular ha sido recientemente restaurada por su autor, Luis Álvarez Duarte, y además estrenaba una peluca colocada sobre su pelo tallado.
El itinerario escogido este año hizo que la Virgen del Rosario no se alejara excesivamente en ningún momento de su barrio, como sí ha ocurrido en ocasiones anteriores, en que ha llegado a pisar la calle San Jacinto y ha visitado la Parroquia de Santa Justa y Rufina. Sí que se mantuvo la visita al asilo de la Virgen de Consolación de la Fundación Carrere.
El cortejo, que salió de la Parroquia de San Gonzalo, donde se celebran los cultos anuales, a las siete menos cuarto de la tarde, estaba encabezado por cruz alzada y faroles. Seguía el Libro de Reglas y las representaciones de otras hermandades. Hasta el final del itinerario estuvieron la Anunciación de Juan XXIII y la Candelaria Madre de Dios. Detrás, el propio estandarte del Rosario del Barrio León y el cuerpo de acólitos.
En el último tramo del recorrido, tras cruzar desde el lado opuesto la Avenida de Alvar Núñez, el cortejo se acercó a su capilla por Francisco Collantes de Terán y General Martínez, donde la Banda de Música de Nuestra Señora del Sol interpretó "Santísimo Cristo del Desamparo y Abandono", como parte de un repertorio que combinaba las marchas más alegres con otras más solemnes.
El paso, guiado como capataz por Ricardo Almansa, venía adornado con flores de diversas especies de tonalidades rosas y blancas. La Virgen del Rosario vestía saya blanca y su manto azul bordado en oro.
Bajo la luz de la luna, y por calles en las que la principal iluminación en ese momento la constituía la candelería completamente encendida del paso de Nuestra Señora del Rosario del Barrio León, del que destacan los grandes candelabros de las esquinas, la Virgen avanzó con los melancólicos sones de "Lloran los clarines".
La Virgen continuó hacia adelante ganando metros en dirección a su capilla. En la revirá de General Martínez con Ángel Solans la partitura escogida por la Banda del Sol fue "Cristo en la Alcazaba". Todo contribuía a crear un ambiente muy íntimo junto a la Virgen del Rosario del Barrio León: las callejuelas con poca iluminación, la moderada cantidad de personas que la acompañaban, las marchas tan delicadas que se podían escuchar tras el paso.... Una auténtica delicia seguir a esta cofradía de gloria por las últimas calles de su recorrido.
En Ángel Solans sonó la marcha "Triunfal". Tras ella, el paso se detuvo antes de la revirá con Padre Maruri, calle engalanada con colgaduras que formaban arcos de flores de papel. Aquí la marcha interpretada por la banda fue "Rosario de azahar".
La Virgen del Rosario se acercó finalmente a su capilla con la marcha "Rocío". El paso, después de una levantá a pulso, se situó de espaldas a la puerta y en el momento final de la marcha cayó una lluvia de pétalos desde la espadaña de la capilla. Por último, el paso entró en el pequeño templo con el Himno Nacional, dejando tras de sí una alfombra de pétalos en la acera.
Aunque la entrada estaba prevista para las once y media de la noche, aproximadamente un cuarto de hora antes el paso quedó ya arriado en el interior de la capilla, con lo que concluyó la salida procesional de la pequeña talla de la Virgen del Rosario por su Barrio León.
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