La magnífica talla de Roque Balduque llevaba corona, ráfaga, cetro y media luna de plata sobredorada de 1785. A sus pies había diversas rosas de color rosa, mientras que en el resto del montaje había jarras con crisantemos blancos.
La Virgen estaba ante un dosel de cultos flanqueado por la parte superior de los faroles de mano de metal plateado del siglo XIX. Junto al dosel había cuatro blandones con cera blanca. Completaban el montaje los grupos de santos que acompañan en su salida procesional a la Virgen de Todos los Santos sobre su peana, y tras ellos, unos grandes candelabros dorados.
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