La Hermandad de la Resurrección celebró el pasado sábado el vía crucis con la imagen de María Santísima del Amor, que salió de la Iglesia de Santa Marina a las siete de la tarde en las andas de la corporación, que cuentan con los candelabros laterales y las antiguas esquinas del paso del Señor Resucitado.
La dolorosa de Jesús Santos Calero, que fue la primera Virgen de la Aurora de la cofradía lasaliana, iba vestida con saya y manto negros, y con corona y puñal de plata. El cortejo lo abría la cruz de guía de la hermandad y formaba parte del mismo el estandarte corporativo.
El recorrido de este culto externo, que consistió en el rezo del vía
crucis de Juan Pablo II, que incluye como décimo quinta estación la
Resurrección de Jesucristo, llevó a la Virgen del Amor por las calles
San Luis, Inocentes, San Blas, Infantes, Almirante Espinosa, González
Cuadrado, Cruz Verde, Palacios Malaver y Feria, llegando así a la
Parroquia de Omnium Sanctorum, donde tuvo lugar el rezo de la novena
estación.
Una vez rezada la estación ante la imagen de Nuestro Padre Jesús de la Paz, que se encontraba en besapié, y antes de salir de nuevo a la calle, la Virgen del Amor se colocó frente a la Virgen del Carmen y, posteriormente, frente a la capilla de la Hermandad de los Javieres, cuyo estandarte se sumó en este punto al cortejo.
Algunos minutos después de las nueve de la noche salía a la calle Feria la Virgen del Amor, atravesando la puerta ojival de Omnium Sanctorum. Quedaba la recta final del vía crucis de la Hermandad de la Resurrección, cuya última estación se iba a rezar en Santa Marina, a los pies del Señor Resucitado.
El regreso al templo fue por las calles Peris Mencheta, Arrayán y San Luis.
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