Una niña portaba una sencilla cruz de guía con la que se abría el pequeño cortejo. La acompañaban otras dos niñas con hachetas y a continuación iban los ciriales y el pasito de la Cruz de Mayo, del que llamaban la atención los faroles, que se inspiran en los del paso del Santísimo Cristo de la Fundación.
Sobre el paso, se encontraba la cruz desnuda, de la que pendía un sudario. A sus pies, había una corona de espinas. En cuanto al exorno floral, resultó de lo más curioso, dado que constaba de un monte de margaritas rojas, con un friso de claveles rojos y siemprevivas moradas, que también estaban en la base de la cruz.
Acompañaba al paso de la Cruz de Mayo de los Negritos la Agrupación Musical Soberano Poder de Alcalá de Guadaíra, que interpretó marchas como "La Santa Espina", "Orando en Monte-Sión" e incluso una versión para agrupación musical de "Cristo del Amor". Los jóvenes costaleros mecían el paso cambiando el modo de andar en cada momento según lo hacían los sones de las marchas.
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