La imagen se elevaba sobre una peana dorada, tenía una media luna de plata a sus pies y estaba flanqueada por dos candelabros plateados situados sobre sendas columnas. Tras ella, sobre la mesa del retablo mayor, había catorce candeleros con cera blanca y jarras con claveles también blancos.
Mientras tanto, en el camarín desde el que la Virgen de las Nieves preside el artístico templo de Santa María La Blanca se encontraba el Simpecado de la hermandad.
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