Abría el cortejo la cruz alzada y ciriales, tras los que iban varias parejas de niños del colegio salesiano de la Trinidad, además de la representación, con su propio guión, del Grupo Joven de la Hermandad de la Trinidad, con la que la Hermandad de María Auxiliadora comparte sede canónica.
Ya de vuelta a la basílica, por la calle Sol, adornada con banderines, reposteros y mantones, el paso de Don Bosco avanzaba con alguna dificultad por la estrechez y la cantidad de gente que se encontraba en esta zona. El imaginero Fernando Aguado ejercía de capataz en este paso que, al salir de Sol, se desvió del itinerario fijado para acercarse hasta la casa natal de Santa Ángela de la Cruz, en cuya puerta esperaban varias hermanas de la orden fundada por esta santa sevillana. Posteriormente, el paso, exornado íntegramente con claveles blancos, continuó hacia la Basílica para entrar definitivamente.
Detrás del paso de San Juan Bosco venía el cortejo de María Auxiliadora, con varias insignias, como el Simpecado, así como los estandartes corporativos de la Hermandad de la Trinidad y de la propia de María Auxiliadora.
Principalmente eran rosas blancas las flores que adornaban el paso de María Auxiliadora, que por la calle Sol recibió grandes petaladas y el lanzamiento de fuegos artificiales. Se notaba la restauración del dorado de la parte frontal y trasera del canasto.
Como antes hizo el paso de San Juan Bosco, también el de María Auxiliadora, comandado por Antonio Santiago, se acercó hasta la casa natal de Santa Ángela, a la que llegó a los sones de "Virgen de la Palma", marcha que la Banda Municipal de Música de Aznalcóllar interpretó junto a otras como "Hosanna in excelsis", "Pasa la Virgen Macarena" o "Rosario de Monte-Sión".
Tras el saludo a las Hermanas de la Cruz, María Auxiliadora siguió hacia la Basílica seguida en todo momento por una gran cantidad de personas.
Pasado el arco de entrada al recinto del templo y colegio salesianos, María Auxiliadora pasó bajo más banderines y flores de papel hasta alcanzar, a los sones de la marcha "Coronación" interpretada dos veces, la puerta de la Basílica.
Finalmente, con el trío final de "Pasa la Virgen Macarena", como anuncio de lo que estaba por venir al día siguiente, María Auxiliadora entraba en el templo a eso de las doce y media de la noche.
Una vez dentro, el paso de San Juan Bosco se introdujo en la capilla de la Hermandad de la Trinidad para que en él fuera subida la Virgen de la Esperanza para recibir al día siguiente a la Macarena. Por su parte, el paso de María Auxiliadora se encaminó hacia el lado derecho del presbiterio, desde donde se dirigieron las oraciones finales, concluyendo así la salida procesional de la cofradía salesiana.
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