Entre los días 14 y 22 de agosto tuvo lugar la tradicional novena en la capilla del Hospital del Varón de Dolores, presidida por la imagen tumbada y dormida de la Virgen del Tránsito en su cama, con manto rojo del siglo XIX y saya bordada de color blanco. La rodeaban cuatro imágenes del Niño Jesús vestidas con los mismos colores y seis ángeles a los pies de la cama y en los laterales.
Un pabellón real se situó en el retablo de la capilla, con un cortinaje rojo abierto para dejar ver la imagen del Varón de Dolores que preside el pequeño templo. Completaban el conjunto diferentes jarras, candeleros y blandones con cera blanca, y un relicario.
Se trata de una buena oportunidad para conocer parte de esa Sevilla no tan conocida que se puede encontrar, en este caso, en el Convento del Pozo Santo, cuya comunidad religiosa mantiene una estrecha relación con la Hermandad del Sol.
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