Lucía la corona de salida y en el pecherín llevaba un puñal, el broche de la Orden de San Juan de Dios, una cruz pectoral y el broche con su advocación. De la mano derecha, la que daba a besar a los fieles, colgaba un rosario, mientras que en la mano izquierda sujetaba una cadena con una barca, símbolo de la Iglesia que aparece en el propio escudo de esta cofradía del Miércoles Santo.
Flores blancas sobre jarras del paso de palio y cera también blanca en blandones y candelabros completaban el montaje de este besamanos a la Virgen de los ojos azules.
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