La Señorita de Triana viste su manto de salida de Miguel del Olmo y la saya burdeos bordada en oro por las Hermanas Antúnez, además de la corona de salida. Está elevada sobre una peana de plata cedida por la Hermandad de la O, y flanqueada por jarras con flores blancas y blandones dorados.
Además, en sendas mesas se han colocado dos ángeles mancebos con incensarios, mientras que detrás, con el Cachorro, hay varias jarras con lirios morados.
Finalizado este culto, la Virgen que no llora, pero que está a punto, será subida a su paso de palio, que se encuentra con el montaje muy avanzado ante la puerta principal del templo basilical trianero.
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