miércoles, 24 de febrero de 2016

EL BESAPIÉ AL SEÑOR RESUCITADO


La Hermandad de la Resurrección celebró este pasado fin de semana el besapié a la imagen del Señor Resucitado, que estaba ubicado, como es costumbre en esta corporación, en la parte alta del presbiterio de la Iglesia de Santa Marina.
Lucía potencias de plata y estaba elevado sobre una peana de madera tallada y dorada de base cuadrada sin ningún otro elemento inmediatamente cerca de la talla.
Detrás, en el lugar donde habitualmente recibe culto el Señor Resucitado, presidía el templo la Virgen de la Aurora, vestida de hebrea, con claveles, azucenas y otras flores blancas a sus pies, y un buen número de candeleros plateados con cirios blancos a lo largo de todo el altar. En la parte baja de éste tenía en el centro un manifestador dorado con el relicario de la piedra desprendida del Santo Sepulcro en su interior y dos jarras doradas con flores de tonos morados.
Las mismas flores estaban sobre sencillas jarras plateadas a cada lado del montaje, con la curiosidad de que la del lado izquierdo estaba flanqueada por dos guardabrisas sobre pequeñas columnas salomónicas, mientras que la de la derecha tenía a su lado seis pequeños candeleros dorados con velas blancas. Además, en los extremos se ubicaron cuatro grandes blandones dorados, dos a cada lado, con cirios blancos.
Finalmente, hay que señalar que delante de todo el conjunto, a ambos lados de la zona que separa la parte alta y la baja del presbiterio, había dos faroles y más flores como las anteriormente descritas, entre candeleros plateados.



















  






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