La Hermandad del Carmen de Santa Catalina ha comenzado este jueves, tras el triduo en su honor, el besamanos a su también titular mariana María Santísima del Rosario, que se encuentra en estos días en el presbiterio de la Parroquia de San Román.
Durante hoy y mañana, día de su festividad, cuando también tendrá lugar la función solemne, los devotos pueden besar las manos de la Virgen del Rosario, que viste para la ocasión un manto rojo de brocado, saya blanca con bordados en oro y una toca del siglo XIX recientemente restaurada.
Sobre el pecherín, entre otros broches, como el de su advocación, la Virgen luce la Gran Cruz del Mérito Marítimo, concedida a la imagen por la Real Liga Naval Española en 2014. Además, estrena unos pendientes donados por la hermana Irene Gallardo.
En ambas manos lleva sendos rosarios, mientras que en la izquierda lleva también el cetro procesional y unas rosas de orfebrería. Asimismo, luce la corona y la ráfaga que suele llevar en sus salidas procesionales. A sus pies, hay una media luna de orfebrería con el emblema de la Orden del Carmelo. La Virgen del Rosario está elevada sobre la peana procesional de la Virgen del Carmen con un ángel de orfebrería a cada lado.
En el lado izquierdo, junto a la Virgen, se encuentra el Niño Jesús sentado en un pequeño trono de madera y vestido con traje de tisú. Porta corona, un rosario, la bola del mundo en su mano izquierda y unos zapatos de orfebrería.
Flanqueando a la Virgen del Rosario se han dispuesto dos jarras de su paso sobre pies de madera tallada y dorada con fuste salomónico. Otras dos jarras están detrás y llevan, como las del paso, nardos, lilium y astromelias rosas. Finalmente, hay dos sencillos candelabros plateados con cinco codales cada uno.
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