sábado, 18 de febrero de 2017
EL CRISTO DE LA EXALTACIÓN, EN BESAPIÉ ACOMPAÑADO DE LA VIRGEN Y SAN JUAN
Este fin de semana se encuentra expuesto en besapié el Santísimo Cristo de la Exaltación, que está situado entre Nuestra Señora de las Lágrimas y San Juan Evangelista en el presbiterio de la Parroquia de San Román.
El crucificado de Pedro Roldán se ofrece a los devotos colocado en posición vertical, con las potencias de salida y los casquetes de la cruz, y con una tela de terciopelo rojo y un cíngulo dorado ocultando la parte baja de la cruz.
La Virgen de las Lágrimas, por su parte, viste manto de camarín y saya de terciopelo verde con bordados en oro, además de la corona procesional, mientras que San Juan lleva su característica vestimenta de túnica verde y mantolín rojo, también bordados en oro, y la aureola tras la cabeza.
Delante de la estructura de escalones que los devotos han de subir para besar el pie al Señor y ante las imágenes de la dolorosa y San Juan hay sendos centros florales de tonalidad morada, flores que también vemos detrás, en el altar montado para el reciente quinario, en jarras pertenecientes al paso de palio de la Virgen de las Lágrimas.
El resto del altar se encuentra tal cual se dispuso para el quinario, como ya describimos aquí la semana pasada (ver), a excepción de la presencia de dos ángeles portando la bandera del Cristo y la bandera pontificia en los lugares que entonces ocupaban la Virgen y San Juan, en los extremos del conjunto.
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