EL SAGRADO CORAZÓN ESTRENÓ EL DORADO DE LA DELANTERA DE SU PASO

El barrio de Nervión vivió ayer la salida procesional del Sagrado Corazón de Jesús, cuyo paso estrenó la restauración del dorado del frontal, tanto del canasto como de los respiraderos, actuación que continuará en los próximos años con el resto del paso y que está llevando a cabo el dorador Francisco Pardo Jiménez.
El sol iluminaba con fuerza la calle Cristo de la Sed en el momento de la salida. Era todo un desafío iniciar así una procesión a las siete y media de la tarde con un intenso calor que llegada la noche iba a convertirse en bochorno. Pero la fe pudo más y, según lo previsto, tras la celebración de la Eucaristía, la cofradía del Sagrado Corazón de Jesús se puso en camino desde la Parroquia de la Inmaculada Concepción, con un cortejo antecedido por la Banda de Cornetas y Tambores Juvenil de la Centuria Macarena.
Detrás, la cruz de guía entre faroles portados por acólitos, parejas de niños, algunos de ellos con sus trajes de la Primera Comunión, el estandarte rojo con la heráldica de la hermandad en orfebrería, el guión del L Aniversario, el guión concepcionista, el libro de reglas, el estandarte corporativo de la Hermandad de la Sed, el de la propia Hermandad del Sagrado Corazón, la presidencia y el cuerpo de acólitos.

Desde el presbiterio, el paso del Sagrado Corazón de Jesús recorrió la única nave del templo hasta la puerta, dispuesto a bajar la rampa cedida por la cofradía hermana de la Sed, que es por la que bajan y suben sus pasos cada Miércoles Santo.
Federico González Martell y sus auxiliares se encargaron de comandar el paso, que tuvo que agacharse ligeramente para que la aureola que la talla de Antonio Illanes lleva en la cabeza no rozara con el dintel. Superada la dificultad, la Banda de Música del Maestro Tejera interpretó el Himno de España, seguido por la marcha "Sagrado Corazón".
El paso giró a su derecha para quedar de frente al sol que lo inundaba todo y comenzó su discurrir por el barrio seguido por bastante gente, destacando los devotos, principalmente devotas, que iban detrás del paso acompañándolo durante todo el recorrido.
Andando de frente, aún en la calle Cristo de la Sed dio tiempo a escuchar una composición más, la marcha "Revirá", tocada curiosamente en una recta del itinerario.

Para el giro a Cardenal Lluch, que sirvió para esconderse momentáneamente del sol, la Banda de Tejera interpretó tras el Sagrado Corazón de Jesús "Yo soy el camino", que ha sido recuperada este año para esta salida procesional, pese a que se trata de una marcha antigua, de 1945, obra de Manuel Rodríguez Ruiz.
Después de una chicotá a tambor, el paso salió a la amplitud de Eduardo Dato a los sones de "Hiniesta Coronada". De nuevo el sol iluminó un paso que venía adornado con una composición cromática a base de rojo, morado y blanco, con rosas, lisiantum, astromelias y margaritas de la variedad spider.
Como en la película "La tentación vive arriba", los que seguían a la cofradía por esta amplia avenida buscaban la rejilla del metro, por la que salía un chorro de aire fresco que se agradecía bastante. No llegó ese aire a los costaleros por unos pocos centímetros.
Es tradicional que el Sagrado Corazón de Jesús, como también la Hermandad de la Sed y desde hace unos años la Milagrosa, visite el Hospital de San Juan de Dios. En él se adentró el paso con la marcha "El Corpus", contemplado por parte del personal sanitario y algunos enfermos y familiares. Un niño muy pequeño preguntaba a su padre: "¿Esto es un hospital?". El padre respondió: "Sí". "¿Y para qué es?". "Para curar a la gente". Y el niño remató la conversación: "Pero para mí no, ¿vale?".

Tras el rezo de un Padre Nuestro y el tradicional “Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío”, el capataz quiso dedicar la levantá a los hermanos de San Juan de Dios, a los trabajadores del hospital y a los enfermos. A continuación, el paso buscó de nuevo la puerta del hospital para salir a Eduardo Dato mientras la Banda de Tejera tocaba “¿Quién te vio y no te recuerda? Saeta jerezana”, marcha que nos traslada a Jerez y a la Virgen de la Misericordia, bellísima dolorosa de Sebastián Santos que precisamente este sábado cumplió 61 años desde su bendición.

Posteriormente, la cofradía siguió por la calle Goya a los sones de “María Santísima del Dulce Nombre”, que la banda comenzó a interpretar por segunda vez mientras el paso trataba de dejar libre al tráfico lo antes posible Eduardo Dato, aunque la repetición de la marcha fue interrumpida cuando el paso se detuvo ya en Goya.

Por esta calle, sonaron después otras dos marchas, como fueron “Rey de Reyes” y “Cristo de Vera-Cruz”, hasta que el paso giró a Alejandro Collantes, donde se encuentra la casa hermandad, con la marcha “Virgen de la Paz”, que duró hasta la esquina con Marqués del Nervión, donde el paso se paró antes de continuar por ésta con “Dulce Nombre de María”.

La luz del día empezaba a apagarse cuando el Señor de Illanes giraba a Rico Cejudo con el acompañamiento de la marcha “Sagrado Corazón”, con la que llegó hasta la puerta del colegio llamado precisamente así, Sagrado Corazón de Jesús, donde esperaban algunas personas, una de ellas con un ramo de flores, que le fue ofrecido al Señor tras rezar un Padre Nuestro. La levantá antes de marcharse la dedicó el capataz al colegio, los profesores y los alumnos. “Que Dios les dé mucha salud a todos”, dijo. Para continuar su camino, la Banda de Tejera tocó “La Sagrada Cena”. 

Desde Rico Cejudo, el Sagrado Corazón giró a la derecha a Beatriz de Suabia con la interpretación de la marcha “Cristo en la Alcazaba”. Más adelante sonaría “María Santísima del Subterráneo” después de una levantá que un costalero pidió que se hiciera “por los sagrados corazones que tenemos en casa, que son nuestros hijos”.

Para la revirá a Alejandro Collantes, por un tramo distinto al que había recorrido antes la cofradía, la Banda de Tejera interpretó de nuevo “Yo soy el camino”. Después, el paso cruzó a tambor la Avenida de la Cruz del Campo y siguió por otro tramo de Alejandro Collantes, donde uno de los capataces auxiliares dedicó una levantá a la Banda de Tejera en presencia de su director, José Manuel Tristán. “Por la banda y su director, que lo tengo aquí conmigo, para que vea que somos agradecidos con los que tocan bien; y por las madres que dan y darán costaleros para Sevilla”.

Ya en las últimas calles de esta salida procesional, la banda interpretó “Virgen de los Negritos”, seguida de “Coronación de la Macarena” en el giro a Padre Pedro Ayala, “El Sagrado Corazón de Jesús”, “Cristo de la Sed” (ésta en el giro a la calle del mismo nombre) y “La Virgen de Consolación”, con la que el paso llegó hasta casi el cruce de nuevo con la Avenida de la Cruz del Campo, a pocos metros del templo.

 

En los últimos instantes de la procesión, el paso cruzó otra vez la Avenida de la Cruz del Campo a tambor hasta que llegó a la altura de la Parroquia de la Concepción, donde se detuvo. El capataz dio las instrucciones pertinentes para realizar la entrada, teniendo los costaleros que ir dándose la vuelta bajo el paso a lo largo del giro que se iba a hacer ante la puerta para entrar, ya que no se iba a parar más en la calle.

Dicho y hecho. Con la Banda de Tejera interpretando como última marcha “Nuestro Padre Jesús”, los costaleros fueron cambiando la posición bajo las trabajaderas mientras el paso se iba colocando para entrar dando la cara a los que asistían a la despedida del Sagrado Corazón de Jesús en la calle.

Finalizada la partitura, el paso completó en silencio la subida de la rampa, de nuevo los costaleros tuvieron que agacharse para que la aureola del Señor pudiera pasar sin problemas y la banda rubricó su impecable participación en la procesión tocando el Himno de España.

Eran las once y veinticinco de la noche cuando el Sagrado Corazón de Jesús entraba en la parroquia y era colocado a los pies de ésta, junto al retablo de Santa Ángela de la Cruz y mirando hacia el altar mayor. Hoy, lunes, como es tradicional, tiene lugar el reparto de las flores del paso.