La Hermandad del Carmen de Santa Ana ha celebrado esta mañana su rosario matutino por las calles de Triana, un culto que la corporación dejó de celebrar cuando comenzó a languidecer y que ahora, en pleno proceso de reorganización iniciado hace pocos años, se ha recuperado.
El rosario ha servido, además, de traslado desde la Parroquia de Santa Ana hasta la Capilla de los Marineros, donde ha tenido lugar la misa organizada por la Comandancia Naval de Sevilla para celebrar la misa del 16 de julio en honor a su Patrona, la Virgen del Carmen. La Hermandad de la Esperanza de Triana ha acogido gustosa a esta corporación de gloria que poco a poco va acumulando hitos en dirección a su restablecimiento total, como fue el besamanos que tuvo lugar el año pasado en estas fechas (ver), y que en este 2017 se ha trasladado al mes de octubre para hacerlo coincidir con la festividad de Santa Teresa de Jesús.
A las nueve de la mañana ha comenzado el rosario desde Santa Ana, con un breve itinerario que ha discurrido por Pelay Correa, Santísimo Cristo de las Tres Caídas y Pureza, entrando en la Capilla de los Marineros una media hora después. Allí, las andas de la Virgen del Carmen han sido colocadas en el lado izquierdo del altar, bajo la atenta mirada de la Virgen de la Esperanza.
Finalizada la misa de la Comandancia Naval de Sevilla, se ha procedido al traslado de regreso a la Parroquia de Santa Ana, que se ha llevado a cabo con rapidez para evitar en lo posible el intenso calor que a esa hora ya se sentía en las calles; y eso que cerca de allí, en el Altozano, un buen número de deportistas finalizaban una dura prueba de triatlón.
Minutos antes de la una menos cuarto del mediodía se ha iniciado el traslado de vuelta, con la Virgen del Carmen llevada en su mayoría por mujeres hasta la parroquia por Pureza, Vázquez de Leca y Pelay Correa, para entrar en el templo por la puerta situada a los pies, junto a la capilla de la hermandad. Previamente, la Virgen, que vestía manto blanco de brocado, mantilla y saya y escapulario de color marrón claro, ha pasado junto a su retablo cerámico situado en la fachada que da a la calle Vázquez de Leca.
Una vez dentro de la 'catedral' trianera, las andas han sido colocadas delante de la capilla de la hermandad y la junta de gobierno ha aprovechado para dejar constancia gráfica del momento haciéndose una foto ante la Virgen del Carmen. Uno de los hermanos ha insistido en llamar y situar en el centro al párroco, Eugenio Hernández Martínez, al que le ha dicho que gran parte del éxito vivido con este recuperado rosario matutino se debía a él, como gran apoyo en la reorganización de la hermandad.
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