El Convento carmelita del Buen Suceso celebra durante este fin de semana el besamanos a la imagen de la Virgen del Carmen que lo preside durante todo el año. Para ello, la talla de Rafael Barbero ha sido bajada de su camarín y ubicada en el presbiterio alto del templo, sobre una alta peana de madera dorada con una media luna plateada, con las estrellas de los extremos y el emblema del Carmen en dorado.
La Virgen del Carmen del Buen Suceso viste su habitual manto blanco y el escapulario y la saya marrones con bordados en oro. Lleva asimismo una toca de sobremanto de encaje, su corona dorada, que tiene adheridas diversas joyas y medallas, y en el pecherín tiene un rosario de color coral. En la mano derecha lleva un cetro dorado y un escapulario, mientras que en la izquierda sostiene al Niño Jesús, vestido con un trajecito de color claro.
A ambos lados de la Virgen vemos, sobre sendas mesas cubiertas con tela de color rojo, unas jarras plateadas con las mismas flores que se ubican ante la imagen, que son rosas, lilium, astromelias, estátice y margaritas, entre otras especies, conformando una composición de rica variedad cromática.
Junto a cada jarra hay cuatro candeleros plateados con cera blanca. Detrás, hay otras dos jarras entre candeleros y cuatro faroles sobre pies de madera dorada. Además, en el extremo izquierdo del montaje se sitúa una bandera con los colores y el emblema del Carmen.
Finalmente, hay que mencionar que el camarín de la Virgen está ocupado por un simpecado rodeado por un total de seis candeleros y dos jarras con más flores.
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