La Virgen del Carmen del Puente de Triana, que ha estrenado una ráfaga de metal plateado del orfebre Rodríguez Ordóñez, surcó este jueves el Guadalquivir en su novena procesión fluvial, a la que siguió un recorrido sobre su paso por algunas de las calles del barrio de Triana. En esta segunda parte tuvo lugar una novedad completamente inesperada, como fue un cambio de itinerario motivado por un andamio instalado en la parte más estrecha de la calle Antillano Campos. El andamio fue detectado por la hermandad esa misma mañana, por lo que hubo que improvisar una modificación para poder completar un camino alternativo por Alfarería.
Pero vamos por partes. A las siete y cuarto de la tarde, con absoluta puntualidad sobre el horario anunciado, tres acólitos con una cruz alzada entre ciriales se colocaban en la misma puerta de la Parroquia de la O para iniciar el traslado de la Virgen desde el templo de la calle Castilla, donde cada año tienen lugar los cultos en su honor, hasta el Paseo de Nuestra Señora de la O para ser embarcada y comenzar la procesión fluvial.
Con un cortejo mucho más reducido que el que acompañaría después a la Virgen del Carmen en su procesión por las calles, la imagen salió en su paso comandado por José González Luna y acompañado musicalmente por la Banda María Santísima de la Victoria, de la Hermandad de las Cigarreras. Tras el Himno Nacional, sonó tras el paso la marcha "María Santísima de la O" como gesto de agradecimiento a la hermandad que cada año acoge en su templo a la Virgen del Carmen del Puente.
Sin parar en ningún momento, el paso, adornado con diversas especies florales, como rosas, nardos o anthurium, de tonalidades variadas, recorrió algunos metros de la calle Castilla, tomó después el pasaje Párroco Pedro Ramos Lagares y bajó hasta el Paseo de la O, breve trayecto en el que se pudieron escuchar también las marchas "Esperanza Macarena" y "Al cielo con Ella".
Con el paso situado a la altura de la casa hermandad de la
O, se procedió a bajar a la Virgen del Carmen con su peana mientras
los hermanos y la banda se montaban en uno de los barcos que la iban a
acompañar por el río.
Los propios costaleros se ocuparon de llevar a la Virgen
hasta el pantalán, siempre con un cuidado extremo hasta dejarla en un pequeño
catamarán forrado con una alfombra roja y adornada con flores y con un escudo
de la hermandad. En el momento de bajar hasta el pantalán, la Banda de Las
Cigarreras, ya en uno de los barcos de paseo que suelen recorrer el
Guadalquivir, tocó “Encarnación Coronada”.
Cuando la Virgen del Carmen ya estuvo perfectamente
colocada, se alejó de la orilla e inició su recorrido en dirección al puente donde
tiene su capilla y buscando como meta el Club Náutico, donde tendría lugar el
homenaje y las oraciones por los marineros difuntos. Antes de eso, la Virgen
fue acercándose a diversos puntos a lo largo del río para recibir las oraciones
y ofrendas de varios colectivos.
El camino de vuelta de la procesión fluvial lo realizó la
Virgen del Carmen a un ritmo más rápido que la ida, aunque entre el embarque y
el desembarco pasó aproximadamente una hora y media. En la recta final, se
pudieron escuchar por el río marchas como “Caridad del Guadalquivir” a la
altura del Puente de San Telmo, “Pasan los campanilleros” en el Puente de
Isabel II, donde el catamarán se dio la vuelta mientras desde lo alto del
puente caía una lluvia de pétalos, y “Coronación”, que fue la última que la
banda interpretó desde el río.
Eran las nueve y media de la noche cuando la Virgen del
Carmen abandonaba el catamarán y los costaleros la subieron de nuevo al Paseo
de la O para llevarla hasta su paso y poder iniciar la procesión por las
calles. Una subida que tuvo un pequeño momento de tensión cuando la Virgen, que
fue colocada en el paso desde la parte trasera y empujada hasta el centro para ser
fijada, se paró rozando el manto con algunos de los guardabrisas de los
candelabros traseros, que ya estaban encendidos. “¡El manto, el manto!”,
exclamaron varios hermanos evitando que resultara dañado.
Con la marcha “Virgen de la Paz” se inició la procesión de
la Virgen del Carmen por las calles de Triana. Para esta procesión se unieron
al cortejo del traslado inicial el simpecado y los estandartes corporativos
tanto de la propia Hermandad del Carmen del Puente, como de la Hermandad de la
O, que iba a acompañar a la Virgen durante todo su recorrido.
El paso subió hasta la calle Castilla por Párroco Pedro
Ramos Lagares y giró a su izquierda andando con bastante celeridad y con el
acompañamiento únicamente de los tambores de la banda durante un buen trecho. Precisamente, cuando los platillos de la banda anunciaban la
interpretación de una nueva composición, el paso se detuvo, momento en que el
hombre de la caña procedió a encender los candelabros del paso, que se habían
apagado por completo. El aire iba a complicar mucho esta labor durante toda la
procesión.
Cuando el paso se levantó, siempre a pulso, la banda pudo
tocar la marcha antes apuntada, que era “Esos tus ojos”, con la que la Virgen del
Carmen llegó a Callao, seguida después por “Aurora, Reina de la mañana” hasta
la calle San Jorge, donde también comenzó a sonar “Triana, tu Esperanza”,
marcha interrumpida cuando el paso se detuvo antes de alcanzar la Plaza del
Altozano.
A continuación, la banda volvió a tocar la misma marcha,
ahora ya completa, mientras la Virgen del Carmen atravesaba el Altozano para
acercarse hasta su capilla, en el inicio del Puente de Triana, a la que llegó
tras una doble interpretación de “Coronación de la Macarena”. Ante su sede
canónica, cuyas campanas redoblaron en honor a la Virgen, se detuvo durante
unos instantes el paso, antes de bajar de nuevo al Altozano con la interpretación,
por parte de la Banda de Música de Las Cigarreras, de la “Salve Marinera” y “Virgen
de Montserrat”.
La Virgen del Carmen tomó la calle San Jacinto con la marcha
“Alma de la Trinidad”. Después, se encaminó hasta la Capilla de la Estrella con
“Virgen de la Estrella” y “La Estrella Sublime”. El paso fue girando poco a poco ante
la puerta, entre la emoción de los propios costaleros, como uno de los situados
en la primera trabajadera, que a través de los respiraderos podía ver a la
Estrella. “Ya estoy viendo su cara”, decía.
Con el paso parado ante el pequeño templo de la hermandad
del Domingo de Ramos, sus cofrades cantaron la Salve a la Virgen. Después, el
paso se levantó y tras amagar con entrar en la capilla, comenzó a alejarse a
los sones de “Pasa la Virgen Macarena”.
Muchos de los presentes se preguntaban por qué la cofradía
no continuaba hacia Pagés del Corro, como estaba previsto. Algunos lograban
enterarse de las razones del obligado cambio de itinerario, que hicieron que la
Virgen del Carmen deshiciera parte del camino andado por San Jacinto hasta girar a la
calle Alfarería, lo que hizo con la marcha “Virgen de los Desamparados”.
Desde Alfarería, la Virgen del Carmen retomó su
itinerario habitual por el último tramo de Antillano Campos, para seguir por
Callao y Castilla, y entrando en la Parroquia de la O a la una menos cuarto de la
madrugada con el Himno de España después que sonaran las marchas “Y en Triana,
la O” y “Aniversario Macareno”.
De esta forma, con esta doble salida procesional por el río
y por las calles, la Hermandad del Carmen del Puente finalizó los cultos
anuales en honor a su imagen titular. Una salida de la que fue testigo un
equipo del programa “Andalucía de fiesta”, de Canal Sur Televisión, que emitirá mañana, domingo, un amplio reportaje sobre la procesión en un especial dedicado a la extendida devoción andaluza por la Virgen del Carmen.
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