La Hermandad de Nuestra Señora de Guadalupe de San Buenaventura vivió ayer su día más grande con la salida procesional de su titular, réplica de la Patrona de Extremadura, por las calles de la feligresía de la Parroquia del Sagrario, a la que pertenece el convento franciscano de la calle Carlos Cañal.
Previamente se había celebrado la función principal, que este año se ha adelantado en media hora, comenzando a las siete y media de la tarde, lo que provocó igualmente un adelanto de la salida procesional, con las últimas luces del día iluminando a la Virgen de Guadalupe en un año muy especial, ya que esta imagen fue la encargada de presidir el Pregón de las Glorias a finales del pasado mes de abril.
Fue, por tanto, a las ocho y media de la tarde cuando comenzó la salida procesional, con un cortejo encabezado por cruz alzada entre faroles, seguida por la bandera fundacional, la representación con estandarte de la Soledad de San Buenaventura, el libro de reglas, el propio estandarte de la Hermandad de Guadalupe y la presidencia.
Tras el cuerpo de acólitos no tardó en salir a la calle el paso de Nuestra Señora de Guadalupe a las órdenes del capataz José Manuel Rechi y sus auxiliares. La Banda de Música de Nuestra Señora del Sol volvió a ser la encargada de acompañar musicalmente al coqueto paso de la Virgen, que vestía en esta ocasión manto rojo de brocado, saya burdeos con flores de lis bordadas, toca de sobremanto, rostrillo y su corona de salida. El Niño Jesús, por su parte, llevaba un traje blanco con bordados en oro.
La banda tocó el Himno de España y a continuación la marcha "Nuestra Señora de Guadalupe", con la que el paso giró a su izquierda para recorrer Carlos Cañal en dirección a la calle Zaragoza, a la que salió después a los sones de "Esperanza Macarena". En las procesiones del Carmen del pasado mes de julio y en la de la Virgen de los Reyes el 15 de agosto ya pudimos comprobar cómo las diferentes hermandades y bandas están homenajeando al compositor Pedro Morales, fallecido el 30 de junio, haciendo que suenen varias marchas suyas seguidas o bien que alguna de ellas sea de las primeras que se tocan tras los pasos, como fue ayer el caso de esta destacada composición.
A continuación, sonó tras la Virgen de Guadalupe "Aniversario Macareno", seguida posteriormente por "Madre Hiniesta" en el giro a Doña Guiomar. Este año, al estar las imágenes titulares de la Hermandad de Jesús Despojado en la Parroquia del Sagrario, de la que regresarán esta tarde, la Capilla del Mayor Dolor se encontraba cerrada al paso de la Virgen de Guadalupe, por lo que no se ha producido el tradicional saludo entre ambas corporaciones.
De esta forma, la Virgen siguió sin detenerse por la Plaza de Molviedro con la marcha "María Santísima del Dulce Nombre" hasta alcanzar el principio de la calle Castelar, donde el paso se detuvo y se produjo un relevo de costaleros.
Un variado exorno floral de color blanco, compuesto por
lisiantum, astromelias, nardos, gladiolos y lilium, adornaba el paso de la
Virgen de Guadalupe, que continuó su camino con “Pasa la Virgen Macarena” por
Castelar, seguida más adelante por la composición “Glorias de Sevilla” hasta
alcanzar la calle García de Vinuesa.
Aquí, fueron muchos los turistas que se encontraron con
sorpresa con la procesión en las calles, muy despistados algunos de ellos, como
los argentinos que indicaban que podría tratarse de la Macarena o una mujer de
acento norteño que comentaba que no esperaba encontrarse con algo así en esta
fecha...
Por García de Vinuesa se interpretaron después dos marchas más, como
fueron “Macarena”, de Abel Moreno, y “La Estrella Sublime”, y ya en Fernández y
González fue el turno de “El Corpus”. Hay que destacar como algo muy positivo que,
al contrario de lo que desgraciadamente es habitual, la Banda de Música del Sol
no interrumpió una sola marcha a lo largo del recorrido de la procesión aunque
el paso se detuviera antes de que finalizara la partitura. Es curioso tener que
subrayar como algo raro lo que debería ser habitual, pero hay que hacerlo.
Como cada año, en Fernández y González tuvo lugar la parada
de la Virgen de Guadalupe ante la Casa de Extremadura, a la que llegó con la marcha “Encarnación Coronada”. Ante la puerta la Virgen se volvió y
recibió de los extremeños residentes en Sevilla una ofrenda en forma de ramo de
flores.
A continuación, los presentes cantaron el Himno de Extremadura
y posteriormente rezaron un Ave María. Tras los vivas a la Virgen de
Guadalupe, a Extremadura y a Sevilla, el capataz volvió a tocar el llamador
para que el paso siguiera su camino, lo que hizo a los sones de “Rocío”.
Desde Fernández y González, la Virgen de Guadalupe recorrió
unos pocos metros de la Avenida de la Constitución hasta la Plaza Nueva, con el
tranvía pasando muy cerca de las personas que contemplaban a la cofradía en
esta zona, lo que hizo que algunos hermanos tuvieran que advertir a la gente
que tuvieran la precaución de apartarse de la vía.
“Mi Amargura” fue la marcha escogida para que el paso
alcanzara la plaza. Después, ya junto a la Capilla de San Onofre, el
capataz dedicó una levantá a los costaleros que se habían estrenado este año
bajo las trabajaderas. “Por los costaleros nuevos y por los chavales jóvenes,
para que sigan viniendo todos los años”, dijo.
Rodeando la Plaza Nueva por el lado de la calle Barcelona y después por la zona del Hotel Inglaterra, la Virgen de Guadalupe fue acercándose a la calle Bilbao a los sones de las marchas "Triunfal", "Triana, tu Esperanza" y "Madrugá Macarena". Después, ya junto a la fachada del convento, donde la apertura de la calle a mediados del siglo XIX obligó a demoler toda la nave del Evangelio del templo, fue el turno de la marcha "Hosanna in excelsis", con la que el paso llegó hasta Carlos Cañal, parándose junto al retablo cerámico de la Virgen de la Soledad.
Seguidamente, con la marcha “Reina de San Román” la Virgen
de Guadalupe hizo sus últimos movimientos en la calle, girando ante la puerta
del templo para entrar mirando hacia la gente que la había seguido hasta su
regreso a San Buenaventura.
La Banda del Sol, que nuevamente respetó la partitura hasta
el final pese a que el paso se detuvo antes de entrar, culminó su participación
en esta salida procesional con el Himno de España cuando la Virgen accedía a la
nave principal de la iglesia franciscana.
Ya en el interior del templo se rezó la Salve a la Virgen y, cuando se le colocaron las ruedas en los zancos, el paso se ubicó definitivamente en la nave de la Epístola, junto al altar del Cristo de la Salvación. Culminó así, minutos antes de las once de la noche, la festividad de la Natividad de la Virgen María, jornada que en San Buenaventura tiene el nombre y el rostro de la Patrona de la vecina Extremadura.
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