La imagen de María Santísima en Su Soledad permanece durante este fin de semana expuesta en besamanos en la Parroquia de San Lorenzo, para lo que los cofrades que cierran el Sábado Santo han contado con la colaboración de la Hermandad de la Vera-Cruz de Brenes, que ha cedido su antiguo palio que, a modo de dosel, figura al fondo del altar del besamanos de la Soledad.
Este palio, que cobijaba a la Virgen de los Dolores de dicha localidad sevillana, es una obra de terciopelo negro bordada en oro que cuenta en la caída frontal con una cruz, mientras que en la gloria del techo está bordado el anagrama mariano.
La Virgen de la Soledad viste en este besamanos un manto negro bordado en oro y la saya de Sobrinos de Caro de 1970, también bordada en oro sobre terciopelo negro. Asimismo, luce la diadema de plata sobredorada de Fernando Marmolejo, realizada en 1945 y en cuyo diseño se basó el taller Viuda de Villarreal para hacer en 1978 la diadema procesional de oro. En el pecherín tiene el puñal de oro de Jesús Domínguez, de 1996, mientras que en la mano izquierda lleva un pañuelo de encaje y es la derecha la que ofrece a los devotos.
La dolorosa se encuentra elevada sobre una peana de madera dorada y policromada con un estilo similar al del paso procesional, mientras que junto a la peana hay unas jarras doradas con varias flores de color blanco, como margaritas, claveles y paniculata. Además, en los extremos de la capilla de la hermandad hay unas columnas doradas que sujetan sendos guardabrisones de los que iluminan los costeros de la canastilla del paso.
Detrás, hay dos de los candelabros de guardabrisas procedentes también del paso de la Soledad con un ángel mancebo de madera policromada ante cada uno de ellos. También forman parte del altar una reliquia de San Lorenzo perteneciente a la parroquia y que ha sido colocada ante el techo de palio de la Vera-Cruz de Brenes, y dos jarras plateadas sobre columnas con más flores de color blanco en los laterales.
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