lunes, 2 de abril de 2018
JUEVES DE PASIÓN 2018 JEREZ: POR TODOS LOS NIÑOS Y CON EL 'PESCAÍTO' PRESENTE
"Por todos los niños del mundo, por los que están enfermos y por los que sufren". El capataz Jesús Sánchez Lineros llamaba al paso de Nuestro Padre Jesús de la Bondad y Misericordia en la tarde de un soleado Jueves de Pasión, dando el pistoletazo de salida a una nueva Semana Santa, con los primeros nazarenos de toda Andalucía recorriendo las calles de Jerez.
El capataz dedicaba así la primera levantá antes de salir del único paso de esta joven hermandad que representa el misterio del Lavatorio de pies por parte de Jesús a sus discípulos; una escena escogida no de forma casual, al tratarse de una corporación nacida en el Hospital de San Juan Grande, perteneciente a la Orden de San Juan de Dios y conocido por los jerezanos como Sanatorio de Santa Rosalía. Jesús al servicio de sus apóstoles tras la última Cena, en una talla de Ana Rey y Ángel Pantoja que tan cerca está durante todo el año de los enfermos y los ancianos.
Bondad y Misericordia en la advocación del Cristo. Como decía el capataz, "nada hay más bondadoso y misericordioso que un niño". Lo decía en la misma puerta de la Iglesia de la Victoria, de la que un año más ha salido la corporación al ser imposible hacerlo desde su sede, hacia la que iba a dirigirse como primer destino de su estación de penitencia.
Un lazo azul en el frontal del canasto recordaba a los niños enfermos y a los que sufren en todo el mundo. Y del lazo colgaba un pequeño pez como el de la película "Buscando a Nemo", en recuerdo de Gabriel, el niño de ocho años asesinado recientemente en Almería.
Antes de eso, el cortejo de nazarenos de capirote rojo y túnica color crema salía a la calle Ponce en dirección a Ancha encabezado por la cruz de guía y faroles de la Hermandad del Nazareno y con la representación de la Hermandad de la Virgen de la Cabeza y la de la Soledad, ésta última por ceder su templo para esta salida. Iban también el guión de la canonización de San Juan Grande, el estandarte con la propia imagen del santo, el libro de reglas y el estandarte corporativo.
Por fin, salía a las calles el largo paso de misterio sobre el que van, junto al Señor, que vestía este año túnica blanca y un mantolín verde, San Pedro, San Juan, Santiago y Judas Iscariote. El apóstol traidor, que fue el estreno del año pasado, ocultaba en esta ocasión su llamativa calvicie cubriéndose la cabeza.
Tras el Himno Nacional, la Agrupación Musical San Juan de Jerez, que cumple este año su XL aniversario y que ya había interpretado "Venid a mí" aún con el paso en el interior del templo, empezó con "Costaleros gitanos" una sucesión de varias marchas, entre ellas "Soleares de Triana", con las que los costaleros demostraron su saber hacer caminando de forma valiente con el sol iluminando fuertemente el paso desde detrás de la Iglesia de Santiago. Precisamente, por esta importante efeméride de tan reconocida formación musical, estaba encabezada por su estandarte actual, junto a los que se han ido sucediendo a lo largo de esta amplia trayectoria.
Hasta bien entrada la calle Ancha no se detuvo el paso del Señor de la Bondad y Misericordia, adornado con claveles color buganvilla, tras una larga chicotá muy seguida y aplaudida por la multitud que lo acompañaba en estos primeros metros de su recorrido.
En el cuerpo de acólitos, que llevaba cuatro ciriales, se estrenaba este año una naveta y dos incensarios, que iban perfumando por primera vez en esta Semana Santa las calles por las que iba pasando esta cofradía de vísperas que aspira a incorporarse al Jueves Santo en unos años.
Desde la calle Ancha, el Señor de la Bondad y Misericordia pasó junto a la Iglesia de Santiago, encaminándose a continuación, como estos años de atrás, a la calle Taxdirt, donde sonaron diversas composiciones de corte clásico, como "Saber que vendrás". Con fuerza, el paso subía la pendiente de la calle hasta detenerse, tras la interpretación de "De vuelta al Porvenir", junto a la Capilla del Calvario, donde los cofrades de la Hermandad de la Piedad recibieron con su estandarte a esta cofradía de la que prácticamente puede considerarse vecina.
Un sacerdote tomó la palabra en este momento para pedir por los frutos de esta estación de penitencia y por el seminario de Jerez, que se encuentra justo al lado de la capilla de la Piedad. Por ambas intenciones dirigió la oración del Padre Nuestro al Señor de la Bondad y Misericordia, el Ave María a la Virgen de la Piedad y el Gloria. A continuación, el capataz dedicó la levantá a los hermanos de la cofradía que cierra el Viernes Santo jerezano y el paso siguió su camino.
Cumplimentada la visita a la Hermandad de la Piedad, el Señor de la Bondad y Misericordia puso rumbo a su casa, al Hospital San Juan Grande, donde lo esperaban algunos enfermos y ancianos. El paso subió la rampa y se dirigió a la puerta de su santuario por el lado derecho, mientras que el cortejo ya estaba dispuesto a bajar en el izquierdo. La agrupación musical, por su parte, se quedó algo apartada para tratar de no molestar con sus sones el descanso de los enfermos.
Cuando el paso estuvo frente al santuario, el capataz tomó la palabra: "El Señor está en su casa, donde nació", y dedicó la levantá "a los enfermos, al personal del hospital, a los hermanos de San Juan de Dios y a los ancianos del geriátrico". En definitiva, el Señor de la Bondad se levantó "por la gente del Señor". Entre aplausos de los presentes, el paso comenzó entonces a girar mientras a lo lejos sonaba "Cerca de Ti". Con esta clásica composición, el misterio se dispuso a continuar el recorrido.
Seguidamente, el paso emprendió el esperado itinerario por algunas de las calles del que es su barrio, accediendo a éste por la calle Guitarra, donde Jesús Sánchez Lineros cedió el llamador a Florián Utrera, quien fuera capataz del misterio de la Borriquita durante muchos años y que se encontraba viendo a la cofradía por esta zona. Florián no sólo tocó el martillo, sino que guió el paso de la Bondad y Misericordia durante toda una chicotá mientras la Agrupación Musical San Juan interpretaba la marcha "Gitano de Sevilla".
Anochecía poco a poco cuando el paso de misterio afrontaba la calle Toneleros, donde, como es tradicional, se encadenaron varias marchas sin parar mientras el paso ganaba metros entre un buen número de gente entregada a lo que estaba contemplando.Y de Toneleros, el Señor salió a la calle Granadina con la marcha "Corazón de San Juan", tomando a continuación la calle José María Uceda Aguilar, donde se pudo escuchar la primera saeta del año, cantada a pie de paso.
Y con la noche cerrada, el Señor de la Bondad y Misericordia continuó hasta la Avenida de San Juan Bosco y Lechugas, donde sonó tras el paso "Eres de todos", marcha adaptada a partir de un cántico de las Hermanas de la Cruz, y una mujer, esta vez desde una ventana, le dedicó al Señor su segunda saeta.
El Señor de la Bondad y Misericordia, que estrenaba la Semana Santa en Jerez, siguió su camino buscando por Santiago y Porvera la Alameda Cristina para hacer estación de penitencia en la Capilla de San Juan de Letrán, sede de la Hermandad del Nazareno, con la que guarda tantos lazos. Después sólo quedaba el regreso a la Victoria para completar esta anticipada estación de penitencia del Señor que lava los pies a sus discípulos como mensaje de caridad hacia el prójimo. Arrancaba así una larga Semana Santa de 2018.
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