La Virgen del Carmen de Calatrava surcó este domingo el Guadalquivir en su tradicional procesión fluvial de la víspera de su festividad; una procesión que contó con diversas novedades en las andas de traslado. Así, era nueva la parihuela, un conjunto de cuatro jarras de Orfebrería Bernet y los faldones, confeccionados por el taller de costura de la hermandad. Además, las andas contaban con elementos de la crestería del antiguo paso procesional de la Virgen del Carmen, restaurados y dorados por Paco Pardo.
Con estos estrenos, la Virgen del Carmen salió de su capilla de la calle Calatrava a las ocho de la tarde, siendo llevadas las andas por varios hermanos que fueron guiados por el capataz de la hermandad, Antonio Santiago. La imagen de Cristóbal Ramos vestía manto blanco, toca de sobremanto y la antigua corona de salida de plata de ley, datada en el siglo XVIII.
La Banda de Música Juvenil Madre de la Victoria, de Las Cigarreras, fue la encargada de acompañar musicalmente a la Virgen del Carmen, a la que precedía un mínimo cortejo formado por miembros de la Marina y una joven hermana, llamada precisamente Carmen, que portaba la corona de laurel que iba a ser lanzada al agua en el homenaje a los marineros fallecidos.
En el momento de la salida, mientras repicaban las campanas de la capilla, la banda tocó el Himno de España y, a continuación, la marcha "Virgen de la Victoria". Con un paso bastante acelerado, la Virgen del Carmen tomó la calle Calatrava y comenzó a avanzar por ella en dirección a la Puerta de la Barqueta, por la que pasó a los sones de "La Estrella Sublime".
Cuando la Policía Local pudo cortar momentáneamente el tráfico, la Virgen del Carmen cruzó con rapidez la glorieta hasta el lado contrario de la calle Torneo. Allí, y a los sones de "Coronación de la Macarena", las andas llegaron a situarse frente a la fachada moderna del Monasterio de San Clemente, cuyas religiosas cistercienses saludaban con la mano y con palmas a la hermandad. Antonio Santiago mandó girar las andas para que, desde la distancia, la Virgen del Carmen las mirase.
A continuación, tuvo lugar la bajada de la Virgen hacia la orilla del río, al Paseo del Rey Juan Carlos I, lo que hizo con las marchas "Madre Hiniesta" y "Virgen de Montserrat". Después, alcanzó los bajos del Puente de la Barqueta con "Aniversario macareno".
Desde sus andas, la Virgen del Carmen fue bajada al pantalán situado bajo el puente y subida al barco en el que cada año realiza esta procesión fluvial. Cuando ya estaba anclada en el barco, la banda tocó el Himno de España y después comenzó a recorrer el paseo tocando "Esperanza Macarena" mientras la Virgen iniciaba su travesía por el Guadalquivir.
En su camino hacia la Pasarela de la Cartuja, que es el trayecto que realiza siempre la Virgen del Carmen de Calatrava, el barco que la llevaba trató en todo momento de navegar lo más cerca posible de la orilla izquierda, donde estaban los cofrades que seguían a la Virgen, así como la banda, que en este momento de la procesión fue interpretando las marchas "Aurora, Reina de la mañana", "Hermanos costaleros" y "Madrugá macarena". Además, varias embarcaciones rodeaban a la Virgen del Carmen a lo largo de su travesía fluvial.
A la altura de la Pasarela, tuvo lugar el homenaje a los marineros fallecidos, interviniendo para ello el párroco de Omnium Sanctorum, Pedro Juan de Dios Álvarez Barrera, quien megáfono en mano y desde el propio barco donde iba la Virgen dirigió las oraciones. A su término, dos miembros de la Marina arrojaron al agua la corona de laurel y desde otra embarcación se cantaron unas sevillanas a la Virgen.
A continuación, el barco con la Virgen del Carmen pasó al otro lado de la Pasarela de la Cartuja para después darse la vuelta y pasar por debajo, recibiendo al hacerlo una gran petalada mientras la Banda Juvenil de Las Cigarreras tocaba "Encarnación Coronada" y todos los presentes cantaban la parte del Ave María que incluye dicha partitura.
A partir de ahí, la Virgen navegó ya de vuelta al Puente de la Barqueta a una velocidad algo superior a la ida, mientras la banda hacía lo propio por el paseo tocando "Triana de Esperanza", "Hermanos costaleros de San Esteban" y "Rosario de Monte-Sión".
Por fin, regresó la Virgen al pantalán y dejó atrás el barco para subir a los bajos del puente, tocando ahora la banda el Himno de España, dando así por concluida su participación en esta procesión fluvial.
Cuando la Virgen estaba ya de nuevo en sus andas, se le cantó la Salve Marinera, así como unas sevillanas antes de que se iniciara el traslado de regreso, con un cortejo que encabezaba ahora la cruz de guía de la hermandad entre faroles y al que se incorporaron varios hermanos con hachetas. Además, la banda de música fue sustituida por el Coro de Campanilleros de la Hermandad de San José Obrero.
Por el mismo sitio por el que había bajado al río, subió ahora la Virgen del Carmen, cruzando nuevamente Torneo hasta la Puerta de la Barqueta y la calle Calatrava, aunque una vez en ella se desvió por el pasaje Conde de la Mejorada, donde se inició el rezo del Santo Rosario.
A las once y media de la noche regresó a su capilla la Virgen del Carmen tras el rosario que la llevó a discurrir por algunas calles cercanas a la Alameda de Hércules. Seguidamente, Juan Manuel Labrador, pregonero de las Glorias 2018, pronunció la salutación a la Virgen y a las doce en punto de la noche, en el inicio de la festividad del Carmen, la Banda del Sol realizó el tradicional toque de clarines. Por otro lado, durante toda la jornada de este lunes, la Virgen del Carmen estará expuesta en besamanos.
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