LA VIRGEN DEL CARMEN DE SAN LEANDRO, MÁS CERCA DE SU BARRIO EN SU SALIDA

La Hermandad del Carmen de San Leandro vivió en la tarde de ayer, sábado, su anual salida procesional con la Virgen del Carmen, que en su itinerario estuvo más cerca de los vecinos de las viviendas más inmediatas a la parroquia al recorrer completa la calle Avellana, una vía que para un paso sólo tiene una posible salida.
Cinco minutos antes de las ocho de la tarde salía de San Leandro la cruz alzada entre ciriales, seguida por varios niños con cirios blancos, la bandera carmelita, el libro de reglas, las representaciones de las hermandades de los Desamparados del Parque Alcosa, San José Obrero, la Candelaria Madre de Dios, el Rosario de San Julián, el Carmen de Santa Ana y el Carmen de San Gil. Después veíamos el propio estandarte corporativo del Carmen de San Leandro, la presidencia, la representación de la Marina y el cuerpo de acólitos con cuatro ciriales.

Desde el lado izquierdo del templo, donde estaba mirando hacia el altar mayor delante del Cristo de la Bondad, el paso de la Virgen del Carmen, comandado por Pedro David Velázquez, giró para afrontar la salida. Fuera, en la Plaza de San Gabriel, la Banda de Música de la Cruz Roja tocó el Himno de Andalucía cuando el paso aún estaba dentro de la parroquia. Posteriormente, salió al atrio y, cuando ya estaba fuera, sonó el Himno de España.
Tras la salida, el paso, que estaba adornado con rosas, astromelias, claveles, hypericum y lisiantum, además de nardos en las esquinas, se detuvo y posteriormente comenzó a levantarse a pulso sin que el capataz tocara el llamador. Fue entonces cuando la banda inició la interpretación de "Amanecer con Triana", marcha con la que el paso salió a la plaza y que se encadenó después con "La Gloria de María". Sonaba esta composición cuando ya el paso había girado para empezar a recorrer la calle Cereza, engalanada como otras del barrio para esta salida.
Poco después, hubo una dedicatoria de levantá a la memoria de Jesús Basterra, recientemente fallecido, y al que Pedro Velázquez se refirió como "capataz de capataces". La hija de Basterra estuvo presente en el momento de esta levantá, tras la que el paso comenzó a andar con "Como tú ninguna".
Ya entonces comenzó a dar problemas la esquina delantera del costero derecho, cayendo los nardos hacia delante, como después ocurriría con las dos esquinas traseras. En la siguiente parada el prioste intentó solucionarlo, aunque sin demasiado éxito.

Tras una levantá a pulso 'aliviao' para después, caminando, comprobar la efectividad del arreglo en las flores, la Virgen del Carmen salió a la calle Avellana con la marcha "Aniversario en San Leandro", aunque, como queda dicho, este año el paso iba a recorrer esta calle completa. Por este motivo, mientras todo el cortejo había girado a la izquierda y se detuvo a esperar, el paso, con el cuerpo de acólitos, la presidencia y la banda, giró a la derecha para dirigirse hasta el final de la calle.
Antes de llegar, tras una parada, hubo una levantá en memoria de Concha, una vecina que ha estado más de cincuenta años cerca de la Virgen y que hace dos meses falleció. Su hija lloraba escuchando la dedicatoria.
Ya al final de la calle, la Virgen recibió un enorme ramo de flores de unos vecinos antes de girar sobre sí misma con la marcha "Aniversario macareno", con la banda colocada en la acera para dejar pasar a la Virgen, que volvía sobre sus pasos para unirse de nuevo al resto del cortejo. "Por los abuelos del barrio", en palabras del hijo de uno de los capataces, se levantó el paso antes de continuar con "Virgen del Rosario Coronada", marcha interrumpida cuando se detuvo en la esquina con la calle Manzana.
En este punto, la familia de Francisco Palacios 'El Pali' ofreció un ramo de flores a la Virgen del Carmen. Hay que recordar que el cantaor, conocido como El Trovador de Sevilla, murió hace ahora treinta años y su familia ha querido ceder a la Virgen del Carmen para sus cultos de este año la Medalla de la Ciudad que recibió en su momento del Ayuntamiento. El paso se levantó en su recuerdo y por su familia para, a continuación, girar a Manzana con la marcha "Rocío", a la que seguiría después "Hiniesta Coronada".
Por otro lado, hay que apuntar que la Virgen del Carmen también lucía la medalla del Ateneo Cultural y Solidario de Sevilla, cedida por su presidenta, Encarnación Navarro, y un fajín de gala que perteneció al comandante del Ejército de Tierra Joaquín Carrillo Vázquez, entregado a la Virgen por su viuda y sus hijos.

Tras cruzar la calle San Juan de Ribera, la Virgen del Carmen accedió al recinto del Hospital Virgen Macarena, visita obligada cada año para esta hermandad. La escalinata principal estaba llena de gente, entre ellos algunos enfermos ingresados y sus familiares, a quienes la cofradía lleva el consuelo que sólo ofrece la Madre de Dios.
Con la marcha "Danos la paz" entró en el recinto el paso, y después giró y se acercó a las escaleras con "Encarnación Coronada". Ahí se paró y los presentes rezaron la Salve. Posteriormente, se encadenaron las marchas "Pasan los campanilleros" y "Esperanza" mientras el paso se despedía del hospital, donde se quedaron las representaciones de las hermandades del Carmen de Santa Ana, los Desamparados de Alcosa y San José Obrero.
De nuevo en San Juan de Ribera, el paso discurrió con cierta celeridad y giró después hacia la calle Fray Isidoro de Sevilla mientras la Banda de la Cruz Roja interpretaba "Candelaria".

La noche caía sobre la ciudad y en la calle Fray Isidoro de Sevilla comenzó la labor de encendido de los candelabros, que han sido prestados este año por la Hermandad del Sol y que pertenecen al paso de la Virgen de la Salud de dicha corporación. Era una tarea difícil por el aire que soplaba y que se hacía más intenso por momentos.
Tras retirarse del cortejo la representación de las hermandades del Carmen de San Gil y el Rosario de San Julián, la Virgen del Carmen continuó por Fray Isidoro, donde se dedicó una levantá a la madre fallecida de un antiguo costalero de la hermandad. Después, el paso siguió su camino a los sones de "Salve, Madre de la Salud", seguida por "Esperanza Macarena". Con ella el paso se detuvo ante el Oratorio de la Asociación de Fieles de María Santísima del Amparo, que regaló un ramo de flores a la Virgen del Carmen.
Más adelante, la Banda de la Cruz Roja tocó "Reina de Triana" para el giro a la calle León XIII, donde después sonó "Concha". Y acto seguido, antes de tomar la calle Jorge de Montemayor, el capataz dedicó una levantá a Joaquín Rivas, que durante muchos años fue capataz auxiliar con Manolo Santiago, y después con su hijo Antonio.
"Macarena", de Abel Moreno, "Nuestra Señora de Guadalupe" y "La Virgen de los Desamparados" fueron los siguientes marchas que sonaron desde la esquina con Jorge de Montemayor hasta el inicio de Fray Luis de Granada, pasando fugazmente por un pequeño tramo de Manuel Villalobos.

La calle Fray Luis de Granada es cada año uno de los lugares más esperados de la procesión del Carmen de San Leandro. Colgaduras y banderolas adornaban la calle, a lo que había que añadir los fuegos artificiales y las petaladas que se lanzaron coincidiendo con el discurrir del paso por este punto. "Virgen de las Aguas" primero, y "Rosario de Monte-Sión" y "Coronación de la Macarena" después fueron las marchas con las que la Virgen del Carmen recorrió esta calle. E incluso cuando ya la había pasado, el paso no se detuvo y giró hacia León XIII con "Coronación".
Fue un momento tan emotivo como estropeado por el postureo o el amaneramiento, dicho en su acepción de "afectado, rebuscado y falto de naturalidad" (no pensemos mal...). Un costalero que salía en un relevo en esta calle lo comentaba visiblemente molesto: "Pero, ¿esto qué es? Esto no ha pasado nunca". Se refería al grupito de jóvenes que estaba literalmente dando la nota delante del paso con sus continuas palmas sin venir a cuento, sus vivas, sus gritos... sus estupideces.
Es una pena tener que decirlo. Pero este cronista ayer volvió a casa francamente decepcionado con el espectáculo que en diversos puntos del recorrido, pero principalmente en esta calle, tuvo que contemplar. Cualquier lector que haya asistido a bochornos como éste, cada vez más habituales en distintas cofradías, sabrá a qué me refiero. Se trata de esos chavales de estética similar (sin entrar en detalles) que buscan provocar aplausos extemporáneos cuando tal o cual marcha llega al punto donde ellos deciden que hay que aplaudir (lo hicieron hasta con "La Madrugá" y "Macarena" de Cebrián); que gritan cualquier cosa buscando un coro que responda "¡viva!" a cada ocurrencia, aun cuando no tenga demasiado sentido; o que piropean a voz en grito a la Virgen, probablemente para demostrarle a quienes tienen la desgracia de escucharles lo devotísimos que son.
Son aquéllos que gritan cosas como "¡qué orgullosos estamos de ti, Madre!", "¡qué sonrisa tan divina!" o bien (palabrita que no me lo invento) "¡se te nota hasta en la cara lo contenta que estás con el paseo que te estamos dando!". ¿Es necesario?
Por no hablar del chavalito de tupé imposible al que atribuyo el invento del piropo glorioso modelo 'cheerleader', consistente en lanzar una frase para que tu fiel coro te responda. De esta forma, en varios momentos gritaba: "¿cómo es la Virgen del Carmen?", a lo que sus adeptos respondían: "¡guapa!". Y así hasta que rompían en emocionados, improvisados y nada rebuscados aplausos... ¿Esto también se ensaya como las coreografías costaleriles? El mismo chaval llegó a gritar en otro momento: "¡viva el 14 de julio!". El 14 de julio... ¿Y el año que viene dirá "¡viva el 13 de julio!"? ¿Sabe que la fecha de esta procesión varía cada año al caer siempre en sábado? ¿Sabe que el día de la Virgen del Carmen es el 16? ¿O es que tiene ascendencia francesa y mezcló "devoción" y patriotismo galo?
Lo siento por la Hermandad del Carmen de San Leandro, que siempre ha tenido mi simpatía, pero este tipo de personas sólo consiguen con sus bochornosos espectáculos generar vergüenza ajena, irrisión, cansancio... y una enorme tentación de pasar el próximo 13 de julio en la playa. E insisto, ya lo siento, pero uno no acude a ver cofradías para asistir a este tipo de sainetes. Para eso, no.

Ya emprendido el camino de regreso, la Virgen del Carmen accedió desde León XIII al primer tramo de Jorge de Montemayor con la marcha "Glorias de Sevilla", para a continuación sonar ya en Manzana "Alma de la Trinidad" y "Procesión de Semana Santa en Sevilla", ésta en un lento giro a Avellana.
Aquí, con un niño de nueve años llamado Matías delante del paso, hubo una nueva dedicatoria de levantá, en este caso al abuelo del niño, de nombre Juan. "Está en el Cielo y era muy devoto de la Virgen del Carmen", dijo el capataz. Seguidamente, sonó "La Estrella Sublime" antes de que el paso alcanzara la calle Cereza con "Siempre la Esperanza".
Y como ya es tradición en esta cofradía, la banda tocó "La Madrugá" en esta última calle del itinerario, marcha que fue enlazada con "Mi Amargura", con la que la Virgen del Carmen llegó hasta la misma parroquia en la Plaza de San Gabriel. Tras una breve parada, el paso se levantó, dejando nuevamente caer algunos nardos de las esquinas. Cada vez que esto sucedía, algunas personas se abalanzaban para cogerlos y quedárselos. Los hermanos, sin embargo, los cogían y los arrojaban sobre la mesa del paso, pero no los trataban de devolver a su sitio en las esquinas, por lo que el resultado, tanto si cogían los nardos los hermanos como la gente que rodeaba a la cofradía, era el mismo: que las esquinas estaban cada vez más despobladas.
Ante la puerta de acceso al atrio del templo, la Banda de la Cruz Roja tocó "Macarena", de Emilio Cebrián. Después, el paso se detuvo para que los costaleros se dieran la vuelta bajo las trabajaderas y ellos mismos pidieron que la siguiente levantá fuera por las madres de todos ellos. En ese momento, comenzó a sonar la marcha "Siempre Macarena", con la que el paso fue entrando al atrio, recibiendo la última petalada desde la cornisa de la fachada del templo.

Tras "Siempre Macarena", la Virgen del Carmen fue acercándose a la puerta para entrar en San Leandro, lo que hizo con el Himno de España. Ya dentro, el paso se detuvo antes de volver a levantarse "por los que están en el Cielo". En este momento, la Banda de la Cruz Roja comenzó a tocar la última marcha, "A Ti, Manué", que fue la banda sonora para el instante en que la Virgen se volvía hacia el altar del Cristo de la Bondad, que es también titular de la hermandad.

Retirada definitivamente la banda, aún quedaban un par de movimientos del paso dentro de la parroquia. En primer lugar, y tras dedicarse la levantá a la junta de gobierno y a todos los hermanos, se dio la vuelta al paso para colocarlo mirando hacia el altar mayor. Y por último, ante los representantes del Ejército de la Marina, la última levantá fue para ellos, tras la que el paso fue finalmente colocado ante el Cristo de la Bondad.
Era la una y veinte de la madrugada cuando se ponía el punto final a la salida procesional de la Virgen del Carmen de San Leandro, momento en que los hermanos comenzaron a retirar los nardos que quedaban en las esquinas para tirarlos encima del paso e impedir así que la gente se los llevara.
Los cofrades comenzaban a abandonar el templo; y con ellos, uno de los chavalitos palmeros, que presumía ante uno de sus seguidores de estar afónico...