La Virgen del Carmen del Convento del Buen Suceso está expuesta en besamanos desde hoy, sábado, y hasta el próximo lunes, festividad de dicha advocación mariana. Por este motivo, la imagen que tallara Rafael Barbero para sustituir a la perdida en el asalto al templo en 1931, y que estaba atribuida a Duque Cornejo, se encuentra en el presbiterio alto, sobre su peana de madera dorada con el emblema carmelita tallado y policromado en el centro.
Viste la Virgen del Carmen su habitual manto blanco bordado en oro, junto a la saya y escapulario de terciopelo marrón y también con bordados en oro. Lleva igualmente toca de sobremanto, su característica corona dorada de gran tamaño, un cetro dorado en su mano derecha y una media luna a sus pies. Además, cuenta con varias medallas, algunas de ellas prendidas de la propia corona.
Por su parte, el Niño Jesús viste de blanco y presenta unos pequeños escapularios en su mano izquierda, un broche con forma de corazón y unas potencias plateadas.
Junto a la Virgen hay dos mesas cubiertas con una tela roja. En cada una se apoyan una jarra plateada con grandes rosas de color rosa entre otras especies, y cuatro candeleros con cera blanca. Y en los extremos se sitúan dos banderas carmelitas. Más atrás, a lo largo del altar se distribuyen seis candeleros, dos jarras y cuatro faroles, además de un crucifijo de orfebrería.
Finalmente, el camarín de la Virgen del Carmen lo ocupa el simpecado de su grupo de devotos entre seis candeleros y dos jarras sobre sendos pies de madera dorada.
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