lunes, 18 de noviembre de 2019
MARÍA SANTÍSIMA DE LA CARIDAD SE TRASLADÓ A LA IGLESIA DE SAN JORGE
La Hermandad del Baratillo celebró ayer, domingo, en la Iglesia de San Jorge del Hospital de la Caridad la función solemne en honor a María Santísima de la Caridad en su Soledad. Para ello, como ocurre en Cuaresma con la Virgen de la Piedad y el Cristo de la Misericordia, la dolorosa fue trasladada la noche antes, tras la misa del tercer día del triduo.
Para este traslado se dispuso un pequeño cortejo encabezado por la cruz alzada entre ciriales, tras la que iba un tramo de hermanos con cirios blancos. Después iba el estandarte corporativo y más atrás la presidencia y el cuerpo de acólitos con cuatro ciriales.
La Virgen de la Caridad iba sobre las andas de traslado que también utiliza la Piedad, guiadas por su capataz, Rafael Díaz Talaverón. La dolorosa estaba iluminada con diez candeleros con cera blanca, de los que dos contaban con velas rizadas. Asimismo, en las esquinas delanteras se colocaron los candelabros de entre varales de su paso de palio, y en las traseras había dos faroles.
En cuanto a la vestimenta de la Virgen de la Caridad, llevaba el manto de la Piedad estrenado en 2009 y bordado en oro sobre terciopelo burdeos por Jesús Rosado. Tiene la característica de contar en la espalda con un corazón atravesado por seis puñales, en alusión al sexto dolor de la Virgen, que se corresponde con la escena de la Piedad, al pie de la cruz con el cuerpo de Jesús ya muerto en su regazo. Además, llevaba la saya de terciopelo azul bordada en oro por Mariano Martín Santonja en 2012 y la corona procesional.
Nada más salir, y con el acompañamiento musical de la Escolanía Salesiana de María Auxiliadora, la Virgen de la Caridad giró su derecha en la calle Adriano y tomó después Antonia Díaz.
Desde Antonia Díaz, la Virgen de la Caridad giró a la estrechez de la calle Techada y siguió en línea recta por Pavía hasta salir a la esquina de Temprado con Dos de Mayo, donde una representación de la Hermandad de las Aguas salió para recibir a la dolorosa del Miércoles Santo en la puerta de su capilla y le entregó una ofrenda floral que se unió a los claveles, lisiantum, calas y paniculata, todo ello de color blanco, que adornaban las andas.
Después, siguió por Temprado y, antes de acceder al recinto del Hospital de la Caridad, un hermano se subió a las andas para retirar la corona y permitir así que la Virgen atravesara la reja del atrio.
A continuación, la Virgen de la Caridad entró en el atrio del Hospital de la Caridad y se colocó dando la espalda a los escalones de subida al templo de San Jorge. Tras serle colocada de nuevo la corona, los hermanos que portaban las andas se dieron la vuelta y poco a poco procedieron a subir los escalones hasta la puerta de la iglesia. Antes de entrar, la Virgen se detuvo y posteriormente los hermanos afrontaron la subida de algunos escalones más hasta poder acceder al interior de la iglesia del hospital fundado por Miguel de Mañara.
Ya dentro del templo, la Virgen de la Caridad fue conducida hasta el presbiterio, momento en que se cantó la Salve, se rezaron las oraciones finales y la Escolanía María Auxiliadora cantó una última pieza.
A la mañana siguiente se celebró la función solemne y, a su conclusión, tuvo lugar el traslado de regreso de la Virgen de la Caridad a su capilla; un traslado realizado con cierta celeridad, debido al alto riesgo de lluvia.
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