La Parroquia de Nuestra Señora de la Candelaria acoge desde el pasado jueves el triduo en honor a la Candelaria Madre de Dios, que culminará mañana, día de su festividad, con la función solemne. Durante estos días, la imagen se encuentra expuesta en besamanos ante su altar habitual, en el lado derecho del presbiterio del templo.
Allí se encuentra elevada sobre su peana procesional y vestida con un manto verde de brocado y toca de sobremanto de encaje dorado. Además, luce la corona que lleva habitualmente en su salida del mes de junio, como también la lleva el Niño Jesús que sostiene en sus brazos.
Dos candelabros plateados con velas blancas flanquean a la Candelaria, mientras que los cuatro candelabros de su paso están colocados alrededor de la imagen, dos delante y dos detrás, colocados sobre pies de forma trapezoidal cubiertos de damasco rojo.
Por otra parte, detrás de la Virgen hay dos columnas de apariencia marmórea que sujetan sendas jarras doradas con diversas especies florales de variadas tonalidades, flores que también vemos en la parte delantera del montaje, a los pies de los candelabros, mientras que en el centro hay diversas rosas blancas y amarillas.
Completa el altar de los cultos a la Candelaria Madre de Dios la presencia de una talla del Niño Jesús en el lugar donde durante todo el año se sitúa la Virgen; y bajo el Niño, un amplio paño de terciopelo rojo con el escudo de la hermandad bordado en el centro.
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