La Hermandad de las Aguas celebró en la Iglesia de San Jorge, del Hospital de la Caridad, la función solemne del día 12 en honor a María Santísima de Guadalupe, después del triduo que tuvo lugar los días anteriores en la Capilla del Rosario. Posteriormente, la dolorosa de Luis Álvarez Duarte estuvo ayer expuesta a la veneración, como también hizo en septiembre Nuestra Madre y Señora del Mayor Dolor con motivo de su LXXV aniversario (ver).
Para este culto, sustituto del habitual besamanos en su capilla, la Virgen de Guadalupe se presentó a los devotos en el presbiterio bajo del majestuoso templo de la calle Temprado, vestida con su manto de terciopelo azul liso de salida, toca de sobremanto bordada en oro sobre malla y saya blanca de tisú también bordada.
Igualmente, lucía su corona procesional, fajín rojo de borlones dorados, diversos broches y medallas, entre ellas la de la Feria de Muestras Iberoamericana de Sevilla, un pañuelo en la mano derecha y un rosario en la izquierda, en la que también sostenía el característico sombrero mexicano de plata que vincula a la dolorosa con la veneradísima advocación mariana de dicho país.
La Virgen de Guadalupe estaba elevada sobre su peana procesional y flanqueada por cuatro blandones dorados con cera blanca y dos columnas de fuste salomónico sobre las que había dispuestas unas jarras de su paso de palio con diversas flores que también estaban en un gran centro delante de la imagen. En concreto, había orquídeas, verónicas, fresias e hypericum. Finalmente, hay que apuntar la presencia del estandarte corporativo en el lado izquierdo del presbiterio.
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