Pasado el triduo y la función en su honor, Nuestro Padre Jesús de la Caridad, de la Hermandad de San José Obrero, se encuentra este fin de semana expuesto a la veneración en su parroquia, con la particularidad de que este año lo acompaña como en su paso la imagen de Simón de Cirene.
La hermandad ha querido por tanto recrear la escena de su primer paso con un montaje en el que incluso se ha recurrido al exorno que habitualmente presenta en la calle, con un monte de corcho salpicado de flores colocadas de manera silvestre por su superficie.
El Señor de la Caridad viste túnica morada y cíngulo de oro, lleva la corona de espinas y luce sus potencias de salida. Igualmente, el Cirineo aparece con la vestimenta propia de las estaciones de penitencia de la cofradía en el Sábado de Pasión.
Flanquean al Nazareno de San José Obrero dos de los candelabros de su paso y dos centros florales delante de aquéllos, así como otros más pequeños en los extremos. Detrás, junto al dosel estrenado en los cultos a la Virgen de los Dolores del pasado mes de septiembre, vemos dos ciriales. Todo el conjunto queda enmarcado por un enorme cortinaje rojo.
Por su parte, la dolorosa se encuentra ubicada en el propio altar del Señor de la Caridad, situado en la cabecera de la nave del Evangelio del templo de la calle Arroyo.
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