El Señor de la Columna y Azotes, de la Hermandad de las Cigarreras, se encuentra hoy expuesto en solemne veneración, un culto que fue aplazado el pasado mes de noviembre a la espera de un momento más propicio relacionado con la evolución de la pandemia.
Este sábado, tras el rezo del Ángelus, se ha abierto este acto de veneración que durará hasta las seis y media de la tarde, cuando se rezará el vía crucis, culto que cada año es externo y que obviamente en este 2021 tendrá lugar en el interior de la Capilla de la Fábrica de Tabacos.
El Señor permanece en el presbiterio de la capilla, sobre una alfombra con el escudo de la hermandad y una peana forrada en color morado sobre la que hay un centro de lirios. La imagen que tallara Francisco Buiza está flanqueada por cuatro blandones dorados con cirios morados, dos a cada lado, y luce las potencias de salida. A sus pies, junto a la columna, hay túnica púrpura con cíngulo dorado.
Detrás, ante el dosel central del altar está la Virgen de la Victoria vestida de hebrea sobre una peana de madera dorada entre dos jarras de su paso de palio con flores de talco y diez candeleros con cera blanca. Y en los doseles laterales están dos de los ángeles que siglos atrás formaron parte del paso del desaparecido Cristo de la Púrpura entre candeleros dorados con cirios morados.
Por último, vemos un crucifijo de marfil a modo de cruz alzada con manguilla y en el extremo derecho del presbiterio está el actual Cristo de la Púrpura, devoción recuperada por la corporación en 2016 mediante una talla de José Antonio Navarro Arteaga (ver).
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