La corporación letífica más joven de Sevilla, la Hermandad de la Divina Pastora de Padre Pío, ha formado parte este fin de semana del elenco de cofradías participantes en las Jornadas de Puertas Abiertas Glorias de Sevilla. Y lo ha hecho exponiendo de forma extraordinaria a su imagen titular en veneración y enseñando diversos enseres de su patrimonio artístico dentro de la misma Parroquia del Buen Pastor y San Juan de la Cruz.
La imagen tallada por Francisco Berlanga en 1987 se encontraba en el presbiterio alto del templo, colocada justo bajo la imagen del Cristo de las Virtudes que preside el altar mayor, titular que fue de la antigua Hermandad del Despedimiento. La Divina Pastora estaba en su dosel de cultos, realizado en 2019 por José González Villarreal, vestida con la clásica pelliza de esta advocación, saya blanca, manto de brocado rojo y toca. Llevaba también el tradicional sombrero de flores, el aro de estrellas y el cayado en la mano izquierda, con la que también sujetaba más flores.
A su lado había dos candelabros de tres puntos de luz cada uno y seis candeleros con cera blanca ubicados a diferentes alturas, además de diversas flores de tonalidades rosa y blanca. Por último, a los pies de la Pastora estaba la pequeña talla del Pastorcito Divino.
Por otra parte, eran varios los enseres que se extendían en la nave de la Epístola de la parroquia de la barriada de Padre Pío, colocados todos juntos y con la información correspondiente sobre autoría y año de ejecución, abundando en el objetivo de estas jornadas letíficas de ampliar el conocimiento acerca de las hermandades de gloria de la ciudad.
De izquierda a derecha, comenzamos con el estandarte corporativo, bordado sobre terciopelo rojo por José González Villarreal con asta de Antonio Santos (2004); y dos faroles también de Santos de 1993.
A su lado estaba el simpecado verde, bordado por José González Villarreal en 2012.
El mismo autor realizó en 2005 el banderín con el anagrama mariano sobre color celeste.
Después veíamos tres sayas, confeccionadas por José González Villarreal: la de color salmón (2005), la granate (2015) y la celeste (1999).
Entre ellas había una pelliza de color blanco.
Delante se encontraban un incensario y una naveta de Antonio Santos (2019), un juego varas de Manuel de los Ríos (1990) y el libro de reglas verde, montado en 2019 por José Pastelero Caraza a partir de unas cantoneras anónimas del siglo XVIII.
Y en una mesa en el lado derecho se mostraba un conjunto formado por el simpecado rojo de José González Villarreal (2014), los candelabros de cola del paso procesional, obra de Antonio Santos (2002), el libro de reglas rojo, también de González Villarreal (2020) y las esquineras bordadas, del mismo autor y año.
Por último, hay que apuntar que la hermandad tuvo el detalle de facilitar a todos los visitantes un texto en el que se contaba la historia de la corporación.
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