LA VIRGEN DE LA VICTORIA, EXPUESTA A LA VENERACIÓN EN PENTECOSTÉS

La Hermandad de las Cigarreras celebró este domingo el acto de veneración a María Santísima de la Victoria que debería haber tenido lugar en Cuaresma, pero que no se celebró debido a la situación sanitaria. Sí se llevó a cabo más tarde la veneración al Señor de la Columna y Azotes que había sido aplazada desde noviembre (ver).

La veneración a la dolorosa se ha hecho coincidir con la festividad de Pentecostés y en ella tuvimos ocasión de encontrar a la imagen subida sobre su peana procesional y vestida como si de un Jueves Santo se tratara, con su manto de salida, de Juan Manuel Rodríguez Ojeda, la saya morada de José Muñoz Moreno estrenada en 2018 y un fajín hebraico.

Sobre la cabeza, lucía la corona procesional de Manuel Seco Velasco, enriquecida por Miguel Ángel Cerezo para la Coronación Canónica. Además, llevaba otros elementos estrenados también hace tres años por la Coronación, como una cruz pectoral de oro y zafiros, y un rosario de oro y amatistas, piezas ambas también de Cerezo. En la mano derecha sujetaba un pañuelo y en la cintura tenía la Medalla de la Ciudad, mientras que a sus pies se situó una media luna de plata.

Junto a la Virgen de la Victoria estaban dos de los ángeles de Pedro Roldán que formaron parte del desaparecido paso del Cristo de la Púrpura, mientras que los otros dos estaban detrás, junto al dosel de cultos de la hermandad, que estaba flanqueado por otros dos doseles más pequeños con una reliquia el de la izquierda y la Inmaculada Concepción de la delantera del palio el de la derecha; enseres escoltados por pequeños candeleros con cera blanca bajo los que se veían sendos paños de bocina.

Por otra parte, hay que señalar que los lugares de culto habitual del Cristo de la Púrpura y del Señor de la Columna y Azotes estaban ocupados por candeleros y flores blancas como las situadas a los lados de la dolorosa sobre el escalón del presbiterio de la capilla. Asimismo, en cada lado se ubicó una pareja de blandones dorados con cirios blancos, y a la izquierda de todo el conjunto estaba el pendón morado de Castilla y a la derecha el estandarte de la hermandad.