La Hermandad del Beso de Judas, o de la Redención, como es más conocida actualmente, celebró este lunes la festividad de Pentecostés exponiendo a su dolorosa, María Santísima del Rocío, en veneración en la Parroquia de San Ildefonso, donde la cofradía reside desde septiembre por obras en la Iglesia de Santiago.
La Virgen del Rocío pudo ser visitada durante toda la jornada, en horario de mañana y tarde, presentándose a los devotos en el presbiterio alto, ante la imagen del Cautivo, que se encuentra en el altar mayor al haber cedido su retablo al Señor de la Redención (ver).
Estrenaba la dolorosa un manto liso de tisú de color beige que combinó con la saya de tisú de tonalidad marfil bordada en oro y sedas de colores por Jesús Arco López en 2015. Además, llevaba la toca de sobremanto bordada en oro sobre malla, diseñada por Pepe Aguilar y bordada por Pepi Maya en 2002. Lucía la corona de plata sobredorada de Hijos de Juan Fernández, de 1982, y en el pecherín, junto a un broche de la Virgen del Rocío de Almonte y la Medalla de la Ciudad, entre otras joyas, tenía un nuevo puñal a juego con la cinturilla, realizadas ambas piezas en latón con perlas, piedras naturales y cristales de Swarovski por Rocío Aguado Fernández. Además, encima de la cinturilla tenía un alfiler con su advocación. En la mano izquierda sujetaba un rosario y en la derecha un pañuelo de encaje y un colgante. Y a sus pies se colocó un media luna del siglo XVIII.
La Virgen del Rocío estaba elevada sobre una peana de madera policromada con decoración pictórica de apariencia marmórea; la misma decoración de las columnas que la flanqueaban y sobre las que estaban dos de las jarras de su paso de palio con flores de variadas especies y colores que también se podían ver ante la peana. Además, había cuatro blandones de plata con cirios blancos, mientras que el estandarte corporativo se ubicó en el lado derecho del presbiterio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario