LA VIRGEN DE LA CANDELARIA DE JEREZ, BAJO PALIO EN SU APLAZADA VENERACIÓN

La Hermandad de la Candelaria de Jerez celebró este domingo la solemne veneración a su dolorosa titular como culminación a los cultos anuales que cada año tienen lugar con motivo de su festividad del 2 de febrero. Este año la cofradía decidió aplazar estos cultos dada la delicada situación sanitaria que vivíamos entonces. Sin embargo, con la mejoría experimentada últimamente, el triduo, la veneración e incluso el acto de recepción de nuevos hermanos se fijaron en la última semana de mayo.

Para esta veneración fuera de las fechas habituales, la Virgen de la Candelaria se presentó a los devotos bajo su palio en el centro de la Parroquia de Santa Ana; un palio sostenido por sus doce varales y por dos estructuras de color rojo en los laterales de la dolorosa. Además, entre los varales se ubicaron seis jarras y cuatro de los faroles que iluminaban hasta 2005 el paso de Nuestro Padre Jesús de las Misericordias, antes de la ampliación del conjunto escultórico con la incorporación de las tallas del Cirineo, un soldado romano y dos mujeres. Otras dos jarritas estaban delante de todo el conjunto, en el suelo, así como un centro floral, todo ello con diferentes flores de color blanco.

La dolorosa, por su parte, estaba vestida como si fuera Lunes Santo y estuviera a punto de salir a las calles en la estación de penitencia de la cofradía. Así, llevaba la saya de tisú de plata bordada en oro por Ildefonso Jiménez en 2019, además del manto de salida, liso de color burdeos, la toca de sobremanto bordada sobre malla y un fajín rojo con borlones del mismo color y dos entorchados. Por otra parte, lucía la corona de salida, un puñal y una cruz pectoral, y llevaba un rosario en la mano izquierda y un pañuelo en la derecha.

Hay que apuntar además que la Candelaria estaba elevada sobre su peana procesional, y que su ubicación en el templo la hacía estar al lado del Señor de las Misericordias y de la Santa Mujer Verónica. Al fondo, el altar montado para la celebración del triduo estaba presidido por el simpecado, mientras que el estandarte corporativo se encontraba en el lado izquierdo del presbiterio alto.