Con un resultado contundente (185 votos a favor y 59 en contra), los hermanos del Buen Fin decidieron ayer, domingo, que su crucificado titular vuelva a realizar estación de penitencia acompañado por un conjunto de tallas secundarias en lugar de salir en solitario, como ocurre desde 1998.
El misterio que se representará será el mismo que hasta entonces, la entrega a José de Arimatea del permiso para descender el cuerpo del Señor y ser llevado hasta el sepulcro, aunque no se recuperarán las tallas de Luis Álvarez Duarte que posee la hermandad y que representaban esa escena, sino que en su lugar se encargará un nuevo conjunto al imaginero Darío Fernández.
Hay que recordar que el Cristo del Buen Fin ha procesionado a lo largo de la historia de la hermandad acompañado por tallas secundarias, dando lugar a conjuntos muy variados, como la escena de la quinta palabra ("Tengo sed"), lo que resulta curioso al tratarse de un crucificado muerto, o con la Magdalena a sus pies. En 1972 se incorporó el misterio de Álvarez Duarte, con el que la hermandad creó una escena hasta entonces inédita en la relación de pasajes de la Pasión representados en la Semana Santa sevillana. Sin embargo, pasada la Semana Santa de 1997 una corriente de opinión en la hermandad fomentó y consiguió que se optara por dejar al Cristo del Buen Fin solo en su paso, lo que se hizo realidad a partir del año siguiente.
Lo cierto es que desde entonces, y sobre todo en los últimos años, se ha producido la corriente contraria y cada vez eran más las voces que reclamaban que el Cristo saliera acompañado de un conjunto escultórico. Algunos defendían recuperar las tallas de Duarte, mientras que otros querían recurrir a otro imaginero e incluso a otra escena. Finalmente, la escena será la misma, pero de un imaginero distinto, como es Darío Fernández, que hasta ahora no ha realizado ningún trabajo para la Semana Santa de Sevilla y que ha sido elegido por su estilo naturalista, muy acorde con la imaginería del siglo XVII, época en la que se encuadra el crucificado.
Lo que la hermandad no ha indicado es cuándo podrá estrenarse el nuevo misterio que acompañará al Cristo del Buen Fin, aunque sí ha señalado que se creará una comisión artística para conseguir contar con el mejor conjunto escultórico posible. Por otro lado, hay que subrayar que se mantendrá el paso actual, sobre el que el único cambio que habrá que hacer es girar los candelabros de guardabrisas (lo que ya se hizo en 1998) para dejar más espacio a las nuevas tallas.
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