María Santísima de los Dolores y Misericordia, de la Hermandad de Jesús Despojado, se mostró este fin de semana a los devotos expuesta a la veneración en el presbiterio alto de la Capilla del Mayor Dolor. En esta ocasión, la Hermandad de la Vera-Cruz de Alcalá del Río, que recientemente ha protagonizado una exposición en el Círculo Mercantil e Industrial (ver), cedió un manto de terciopelo verde bordado en oro perteneciente a la Virgen de las Angustias para que lo llevara la dolorosa de Antonio Eslava.
Combinaba este manto con la saya blanca de tisú bordada en oro por José Antonio Grande de León en 2012, sobre la que tenía un fajín rojo de borlones dorados y dos entorchados. Asimismo, lucía la diadema de salida, de Ramón León, mientras que en el pecherín tenía una cruz pectoral bajo un alfiler con la advocación de Dolores, el puñal de oro regalado en 2015 a la imagen por las cofradías del Domingo de Ramos y el relicario de Santa Genoveva Torres. En cuanto a las manos, sujetaba un rosario con la izquierda y un pañuelo de encaje y una medalla con la derecha.
La Virgen de los Dolores y Misericordia estaba sobre una fina peana plateada y una alfombra, y flanqueada por los dos nuevos faroles de cola que estrenará su paso de palio el próximo año. Ante cada farol, obra de Fernando Marmolejo, había unos centros florales de tonalidades rosa y blanca, flores que también estaban detrás de la dolorosa, en ocho jarras de su paso; dos de ellas se situaban ante los cortinajes de damasco rojo que cubrían las hornacinas habituales de la propia imagen y de San Juan Evangelista. Por su parte, Nuestro Padre Jesús Despojado presidía el retablo con flores moradas y dos guardabrisas a sus pies.
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