La Hermandad del Polígono San Pablo está celebrando esta semana el triduo en honor a Nuestra Señora del Rosario Doloroso, que finaliza hoy, miércoles, mientras que mañana, día de su festividad, tendrá lugar la función solemne.
Para estos cultos la hermandad ha preparado un espectacular altar presidido por la dolorosa en su propio paso de palio, que se sitúa en la parte más alta del montaje, prácticamente como si estuviera a punto de salir a las calles un Lunes Santo.
El altar se ha diseñado con forma triangular, destacando la gran cantidad de puntos de luz que desde la parte más baja conduce la mirada del espectador hasta la dolorosa, uniéndose así los candeleros ubicados delante del palio a los que lo iluminan desde dentro alrededor de la imagen de la Virgen del Rosario.
Además, en los laterales se han colocado, cobijados en pequeños doseles, dos reproducciones de pinturas de la Inmaculada Concepción y la Asunción, con pequeñas tallas del Niño Jesús y de San Juanito, respectivamente. También se han dispuesto varias jarras con flores de variadas especies y tonalidades. Como fondo de todo el conjunto hay un gran cortinaje de damasco rojo y de una barra que va de lado a lado del presbiterio cuelgan cinco lámparas de araña.
Resulta verdaderamente meritorio que la priostía de la hermandad sea capaz de montar un altar de estas características en un templo de diseño tan moderno que, en principio, no parece invitar a la creación de este tipo de montajes tan completos y complejos.
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