La Hermandad de la Exaltación celebra este fin de semana el acto de veneración a su crucificado titular, una vez concluido el quinario y la función que tuvieron lugar la semana pasada. Si en 2021 el Cristo fue ubicado para este culto en la capilla sacramental del templo de Santa Catalina (ver), en esta ocasión se sitúa en la misma capilla en la que recibe culto durante todo el año, pero en solitario, ya que la Virgen de las Lágrimas y San Juan Evangelista se encuentran en el altar mayor tras haber formado parte del altar del quinario.
El Cristo de la Exaltación, que luce sus potencias de salida, está en posición vertical y a sus pies hay un alto monte de corcho con diferentes flores salpicadas, además de una calavera y una serpiente. Alrededor de la imagen se ubican cuatro blandones dorados con cirios blancos, y detrás hay dos mesas de madera dorada con un candelabro plateado y dos bandejas cada una.
Al fondo, el retablo de la hermandad cuenta con un buen número de candeleros que abrazan cuatro jarras del paso de palio de la Virgen de las Lágrimas con diferentes flores de tonalidades morada, malva y roja. Además, dos de los ángeles mancebos del paso de misterio se encuentran sobre el banco del retablo y los otros dos en su lugar habitual, a un lado y a otro del lugar que ocupa todo el año el crucificado. Finalmente, el estandarte corporativo está fuera de la capilla, a la izquierda del cancel.
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