La Hermandad de la Redención de Jerez llevó a cabo este domingo lo que la propia corporación llamó ceremonia reverencial a Nuestro Padre Jesús de la Redención, al no poder aún celebrar un besapié en el sentido literal del término.
Por ello, el Señor fue situado en el lado izquierdo el presbiterio, sobre una peana de color rojo, entre dos jarras plateadas con claveles del mismo color y cuatro candeleros con cirios blancos. Las jarras estaban elevadas sobre sendos pies de base cuadrada forrados en terciopelo rojo, el mismo tejido y el mismo color de la túnica que vestía el Señor de la Redención, que además lucía unas potencias doradas y un broche en el cuello.
Detrás estaba María Santísima Madre de la Iglesia entre doce candeleros con cera blanca, dos relicarios y dos jarras con flores de talco. La dolorosa se encontraba ante un sencillo dosel de terciopelo rojo colocado a su vez delante de un cortinaje de damasco del que colgaban dos espejos con artísticos marcos de madera dorada.
En los laterales había dos altas columnas con sendos candelabros con cinco velas blancas cada uno, mientras que delante, a los pies de la Virgen, se dispuso una mesa de madera dorada con una pequeña talla de un crucificado entre dos sencillos candelabros con una sola vela cada uno.
Por otra parte, el mismo domingo se presentó el cartel anunciador de la estación de penitencia del próximo Jueves Santo, que es una pintura de Rafael Domínguez del rostro del Señor de la Redención, el cual aparece vestido con su túnica morada bordada en oro.
El cartel tiene la rotulación en la parte inferior, donde en letras amarillas se puede leer "Redención Salesiana. Jerez 2022", mientras que en la esquina inferior izquierda aparece el escudo de la hermandad.
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