La dolorosa de la Hiniesta se presenta este fin de semana expuesta en solemne acto de veneración en el presbiterio alto de la Parroquia de San Julián, donde está estrenando una nueva saya de tisú de plata bordada en oro y sedas de colores en el taller de Francisco Javier Sosa Sánchez.
Se trata de una obra que reproduce la desaparecida saya bordada por Juan Manuel Rodríguez Ojeda en 1906, con la que la Virgen salió en su paso de palio hasta 1915. Utilizando toda la documentación gráfica disponible de aquella saya de Ojeda se ha podido recrear el diseño original, tal y como era el deseo del equipo de priostía, que ha sido el impulsor de esta iniciativa.
Junto a esta nueva saya, la Hiniesta se encuentra vestida con su manto procesional y luce además su corona de salida, el puñal de oro, oro blanco y piedras preciosas de Hijo de Juan Fernández, una cruz de coral, un alfiler con su nombre, la Medalla de la Ciudad y un broche con forma de rosa. En la mano derecha sostiene un pañuelo de encaje y en la izquierda dos rosarios y la retama de hiniestas de plata y topacios de Fernando Marmolejo.
La Virgen de la Hiniesta está elevada en su peana procesional, sobre la que hay hojas de naranjo y flores de azahar. Detrás, ante un dosel de cultos, se levanta una estructura formada por los antiguos respiraderos de metal plateado de Cristóbal Ortega, diversos candeleros y candelabros con cera blanca, y varias jarras con flores de tonalidades rosa, celeste y blanca. Además, en la parte más alta, junto a un centro con las mismas flores, se han dispuesto dos arcángeles que sostienen sendos faroles.
Finalmente, en los laterales del presbiterio vemos dos mesas de madera dorada, seis candelabros de plata de tres velas blancas cada uno y más flores como las descritas. En cuanto al estandarte corporativo, se encuentra en el lado derecho del presbiterio.
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